A las 19.00 horas en el campo de Deportes Huerta Mata de Chiclana, la UD Roteña rendirá visita al GE Bazán, con un marcador incómodo tras el cero a cero de la ida pero a todas luces superable. El potencial exhibido por el equipo de Javi Rivas en el "Puntas Vela" el pasado domingo demuestra que esta eliminatoria está en el aire y que lo ocurrido en la ida no fue más que un tropiezo. A los rojillos solo les faltó ese punto de suerte para conseguir algún gol que les pusiera en franquicia esta final.

Esta vuelta será en el césped artificial de nueva generación del complejo chiclanero, de aceptables dimensiones, ya que la sede del GE Bazán, el Estadio de Sacramento, está clausurado por una jornada por los incidentes del público en su partido de semifinales frente al Jerez Industrial. Los locales cuentan a priori con dos posibles bajas por lesión, el central Valentín y Dani Curbelo.

Por su parte, la UD Roteña no tendrá ni sancionados, ni lesionados y se espera recuperar a Pablo Niño con fiebre en las últimas jornadas. El ambiente es de moderado optimismo, por lo que los aficionados rojillos contarán con un autobús totalmente gratuito para este desplazamiento.

Los aficionados roteños esperan una fiesta del fútbol, donde se puede ascender o se puede perder dicho ascenso, pero dentro del terreno de juego. Esperamos deportividad y no una encerrona, marcada por el victimismo de algún medio de comunicación local, que exaltó las lesiones propias, como la de un jugador con el labio roto a primera plana con el subtítulo de codazo, o la de Valentín con luxación de hombro, ambos en jugadas totalmente fortuitas.

La federación gaditana tendría que mirar algo más esta situación, toda vez que este tipo de titulares son los que provocan a los aficionados y no dejan muy bien parados al equipo rival. En este partido se tendrá que ver un ascenso  y que el sueño lo consiga el que mejor juego despliegue, dejemos atrás los mensajes subliminales que no ayudan a este deporte.