Aunque la Cruz de Mayo se organiza con los niños como protagonistas, desde hace  unos tres años la participación ha bajado considerablemente. De hecho, el año pasado, los organizadores, la Asociación de la Cruz de Mayo del Casco Antiguo ya decidieron eliminar el paso de palio debido a la falta de niños. Este año, de nuevo, sólo la Cruz ha salido a procesionar por las calles de la localidad. Lo ha hecho cargada por una cuadrilla compuesta por unos 25 niños de entre 9 y 12 años que, muy metidos en su papel, han llevado el paso por las calles del casco histórico de Rota.

Abriendo la comitiva, solo tres chicas portaban varas y dejaban ver la Cruz de Mayo adornada con claveles rojos y paniculatas. Tras el paso, una numerosa Banda de Cornetas y Tambores de la Asociación Musical, Ruiz-Mateos poniendo los acordes musicales a esta singular procesión propia del mes de mayo que ha vivido mejores momentos en el pasado en lo que a participación se refiere. Aún así, los organizadores siguen haciendo un esfuerzo altruista por no perder la tradición de estos 35 años con la Cruz de Mayo en la calle y es cierto que cada salida, aunque cuente con un cortejo muy reducido, son muchos los ciudadanos que acuden a verla en su procesión.

Este año, la Cruz de Mayo partía el sábado por la tarde desde el Mercado Central de Abastos para recorrer algunas de las calles más céntricas del casco antiguo, ya que las obras de remodelación de la calle Charco e Isaac Peral han obligado a los cambios en el itinerario.

La Cruz de Mayo cumplió un año más con la tradicional cita y aunque fueron pocos los niños que se apuntaron para participar, los que lo hicieron disfrutaron de las dos horas y media de procesión admirados por el público que los esperó a pie de calle para aplaudir su labor como costaleros, contraguías y capataz.