Antonio Franco
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MUJERES, HOMBRES: PERSONAS
Cansadas de manifiestos de apoyo que, años tras años, los gobiernos redactan para ser leídos todos los ochos de marzo, las mujeres “han dado un golpe sobre la mesa”. ¡Basta ya de promesas incumplidas y de lecturas bienintencionadas que no conducen a compromisos de igualdad plena! ¡Basta ya de acosos físicos y psicológicos por parte del género masculino! ¡Basta ya de golpes y de asesinatos! Las mujeres están cansadas de que las maten.
¡Basta ya de incumplimientos en la igualdad salarial! Las mujeres están hartas de realizar las tareas encaminadas a los cuidados de mayores, de personas no tan mayores y de niños, y que esas actividades se paguen con salarios miserables provocando la brecha salarial que cada marzo se denuncia.
¡Basta ya de ser usadas como reclamos publicitarios y comerciales! Ofrecer la belleza y el atractivo del cuerpo para la captación de clientes es un medio usado históricamente y, aún así, es una práctica que sigue siendo habitual en nuestro día a día.
¡Basta ya de soportar la mayor parte del peso en las tareas del hogar! Es indudable que la mujer tiene más complicado que el hombre acceder a todo tipo de cometidos por el sólo hecho de ser madre. La dedicación a los hijos, en un alto porcentaje del tiempo, corre a cargo de las mujeres, lo que viene a reducir su desarrollo tanto profesional como personal.
Lejos ha quedado el cumplimiento de la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana” que en 1.791 fue redactado por Olympe de Gouges, parafraseando la Declaración del Hombre y el Ciudadano durante la revolución francesa de 1789.
La mujer ha estado demasiado sola en su lucha por conseguir la igualdad durante toda la Historia. El Patriarcado se ha impuesto desde todos los puntos de vista. Flaco favor han hecho las religiones al papel de la mujer. En todo caso, sólo puedo entresacar el “de respeto” hacía Ellas. Pero imposible encontrar donde encajar la igualdad.
Nuestra sociedad está salpicada, demasiado, de tics machistas, fruto de siglos de predominio del hombre. En el caso de nuestro país, el avance en políticas de igualdad se vio frenado por la victoria de los golpistas de nuestra Guerra Civil. El papel de la mujer volvió a ser de sumisión. Sólo un ejemplo: el divorcio fue abolido. No hace falta añadir nada más. Cuarenta años de pérdidas de derechos, sobre todo por parte de las mujeres.
Por no hablar de las culturas de los países árabes dónde el papel de la mujer es de sumisión total. Si el cristianismo ha supuesto un verdadero muro hacia la igualdad de la mujer, no digamos el Islam. Sólo admitir que un hombre pueda tener más de una esposa, habla por sí soólo. No merece más comentario.
Por eso, el laicismo es parte fundamental para conseguir una igualdad verdadera. También la Cultura. La preparación es fundamental a la hora de la independencia económica.
Salud.












Padre Mundina | Viernes, 16 de Marzo de 2018 a las 21:50:14 horas
Pues no lo sabemos señor Reverderota, a lo mejor estan en el mismo sitio que los nazionalcatolicos, como ud, que no reconocen la discriminación que hace la religión que nació como una secta en Roma, con sus propias mujeres religiosas condenandolas a ser solo las criadas y fregonas de los parrocos u obispos de turno, ni el machismo de una religión donde solo los hombres estan autorizados a oficiar misas, ni critican las predicas homofobas de los obispos. En lo de los sacrificios de corderos tiene razón, pero no fué el dios catolico el que exigió el sacrificio, no ya de un cordero, sino de un niño a su padre como prueba de fé. No es el dios del Antiguo testamento el que ordenaba exterminar pueblos enteros. ¿esto no es criticable? Suena al mismo fanatismo de cualquier ayatolah musulman.
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