El alcalde de Rota ha explicado "dando la cara" los motivos del restraso en el inicio de las clases

Ante un salón multiusos del Palacio Municipal Castillo de Luna lleno de usuarios de los talleres municipales de las delegaciones de Igualdad y del Mayor, el alcalde de Rota, Javier Ruiz, ha explicado los motivos por los que este año, a 26 de febrero, aún no han comenzado las clases.

En su línea de "dar la cara", decía ante el público asistente, se convocaba la reunión celebrada ayer donde había además de habituales usuarios de los talleres, monitores y medios de comunicación. La intención del edil no era otra que explicar todo el proceso de contratación que ha provocado un retraso tan grande este año. En parte, también, acallar ciertos rumores o comentarios sobre la intención del gobierno local de que la adjudicación de los talleres fuera a una empresa de fuera. Algo desmentido por el alcalde más preocupado por intentar que a todos los presentes les quedara claro los motivos del retraso que otra cosa. De hecho, aseguró que él mismo era el interesado en poder explicarlo en primera persona y no limitarse a ofrecer una rueda de prensa sin más.

Los talleres comienzan el 5 de marzo y se podrían mantener, si los usuarios lo quieren, hasta junio de 2019 ininterrumpidamente

Javier Ruiz anunció ayer que los 18 talleres municipales comenzarán el próximo lunes 5 de marzo de forma definitiva. Dado que el contrato firmado con la Asociación Sociocultural Rotea, que está formada por los monitores de siempre de estos talleres, es por dos años, una vez iniciadas las clases, se da la opción a los propios usuarios, en connivencia con sus respectivos monitores, bien de recuperar horas por la tardanza en el comienzo, de no parar en verano, de interrumpir las clases en los meses de julio y agosto y retomarlo en septiembre, etc. En definitiva, una especie de compensación que es posible porque los talleres municipales están adjudicados hasta junio de 2019 y el contrato permite que se mantengan hasta esta fecha.

Este año, lógicamente, decía el alcalde, no habrá clausura de talleres, ya que no tiene sentido comenzarlos en marzo y terminarlos en junio, por lo que dejaba la puerta abierta a que cada monitor con su clase correspondiente, siempre que haya coordinación y sea posible, valoren las opciones más ajustadas a la demanda existente por parte de los usuarios  prolongar o no las clases.

"Quiero explicarlo todo y ser muy explícito"

En esa línea de explicarlo todo, el alcalde, una vez anunciado el inicio de talleres y su posible prolongación sin interrupción hasta el año que viene, se centró en dar cuenta del proceso administrativo que ha provocado este retraso.

Partiendo de la base de "que queríamos hacer las cosas lo más correctas posible y dentro de la legalidad", decía Javier Ruiz, se han encontrado con una serie de dificultades. El alcalde explicó que en el curso 2015/2016, las contrataciones de los monitores se hacían por separado, 18 contratos diferentes por un año, a través de Sodesa, y aunque había irregularidades, decía el regidor, se mantuvo para que no se perdiera esta oferta de ocio y formativa.

Es en 2016/2017 cuando la empresa municipal Sodesa desaparece y entonces, los monitores pasan a ser contratados por el Ayuntamiento de Rota, con la burocracia que ello conlleva porque son "como 18 lotes diferentes" que los técnicos deben revisar uno por uno, cumpliendo unos plazos, etc., viendo el proyecto presentado por cada uno, valorando cada oferta económica... y así se funcionó el año pasado dando lugar a demoras marcadas por los tiempos que marcaba la Ley de Contratación y metidos en "una tramitación larga y costosa". De ahí que las clases comenzaran el 30 de enero de 2017.

Para que esta situación no volviera a ocurrir, explicaba Javier Ruiz, y teniendo en cuenta que la ley no les permite "fraccionar un contrato en 18 partes" es decir, que se veían obligados a que para dar este servicio había que unificarlo todo en un sólo contrato, se sacó un pliego de condiciones único y global donde una empresa debería encargarse de impartir todos los talleres. De esta forma, los servicios jurídicos y los técnicos no pondrían pegas aunque se abría la veda a que otras empresas pudieran presentarse y los monitores de siempre quedaran fuera del proceso.

Por ello, explicaba el alcalde ayer, en junio de 2017 se reunieron con los monitores y se les aconsejó que se asociaran para poder optar como empresa a ofrecer los talleres como hasta ahora. Los monitores así lo hicieron y crearon la Asociación Sociocultural Rotea. Se aprobaron los pliegos de condiciones por parte del Ayuntamiento y se abrió el plazo para recibir ofertas presentándose no sólo esta asociación local, sino "para nuestra sorpresa", también una empresa de Almería (Celemín & Formación SL) que finalmente, en las mesas de contratación y según la documentación presentada, ofrecía mejor proyecto y por menor coste económico los talleres, por lo tanto, se le adjudicó el contrato. Eso fue en diciembre de 2017.

En este punto, el alcalde quiso explicar que pese a que se ha rumoreado que este gobierno tenía especial interés en adjudicarle el contrato porque tiene estrecha vinculación con la Junta de Andalucía y el PSOE, él personalmente no había oído nada de esta empresa hasta ese momento, queriendo desmentir así los rumores que ponían en tela de juicio un trasfondo político en esta situación. Según el alcalde, es legítimo que la empresa se presentara, y como ofrecía un mejor servicio se le adjudicó sin más. Lo que ocurrió después, y de ahí el retraso, es que se le dieron 10 días para que presentara la documentación pertinente y la relación de monitores para impartir los diferentes talleres que deberían haber empezado el 10 de enero; agotado el plazo, no presentó nada por lo que se le pidió que se retirara del proceso y renunciara a la adjudicación con el fin de no retrasar más los talleres. Es verdad, dice el alcalde, que se podría haber optado por la vía de resolver el contrato, sancionar por incumplimiento a la empresa, etc., pero el gobierno local entendía que ese es un proceso más largo, con recursos y que al final no hubiera habido talleres, por lo que con la renuncia de la empresa sobre la mesa,  la mesa de contratación hasta ayer lunes 26 de febrero, no pudo adjudicar el contrato a la asociación de monitores de Rota como segunda opción.

El alcalde asume que tienen responsabilidad pero por querer "ajustarnos a la legalidad"

Javier Ruiz manifestaba que no era su intención eximir responsabilidades pero sí quería contar en primera persona qué ha ocurrido para que a 26 de febrero lo talleres municipales no estén en marcha y lo hagan con contratos ajustados a la legalidad "que antes no se hacía".

Con esta explicación, que duró en torno a media hora larga, el alcalde pasó a detallar los horarios, días y monitores que impartirán las clases y la posibilidad de que a partir del 5 de marzo, los talleres no paren hasta junio de 2019 si los usuarios y monitores así llegan a acuerdo en cada caso. Aquellas personas que quieran darse de baja o de alta, lo podrán hacer en las delegaciones de Igualdad y del Mayor, en la avenida de la Marina y en el centro "Cristina Buada", respectivamente.

Los grupos tienen que estar formados por un mínimo de 10 personas para que se sigan impartiendo habiendo este año algunos cambios de ubicación como los talleres de sevillanas y bailes de salón que se trasladan a la Sala Pandero. También se han eliminado el de taller de alemán por la tarde y el de bordado, por falta de demanda.

Para la Guardería Musical, el plazo de inscripciones comienza hoy martes 27 de febrero, y los talleres de teatro se adjudicarán también en el día de hoy y empezarán en breve.

Tras toda la información ofrecida, el alcalde pasó a contestar las preguntas de los asistentes, dudas sobre algunos cursos y peticiones de que busque la fórmula para que este retraso no se vuelva a dar. Y es que hay que tener en cuenta que para muchas personas, los talleres son más que clases a las que asistir ya que les vale para una mejor relación social.

El alcalde insistió en dejar claro cómo había sido el proceso y por qué estaban en este punto, esperando que los asistentes lo entendieran y asegurando que no había ninguna otra intención detrás de este importante retraso en el inicio de las clases.