Carlos Roque Sánchez
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LOS MACHADO (1)
Entra dentro de lo muy probable que a la vista del título de esta ‘Opinión’, se le venga a la cabeza lector por mera asociación, los nombres de Antonio y Manuel o de Manuel y Antonio. Que lo mismo da que da lo mismo, si es que estamos hablando sólo de ellos dos.
Pero si lo que hacemos es una referencia a los Machado, entonces son algo más, mucho más que los dos hermanos. Los Machado son una familia sorprendente y extraordinaria, muy culta, de gran tradición republicana y con un nostálgico trasfondo sevillano. Una familia con doscientos años de historia.
Antonio Machado y Núñez, el abuelo. Una saga familiar que arranca con “el médico del gabán blanco”, un gaditano nacido en 1815 que además de médico fue, entre otras cosas, geólogo, botánico, antropólogo, ornitólogo, vulcanólogo, republicano acérrimo, alcalde de Sevilla y gobernador de la provincia.
Por cierto que fue durante el desempeño de este cargo cuando llevó a cabo la medición del eclipse de Sol que tuvo lugar el jueves 22 de diciembre de 1870. Él lo siguió desde lo alto de la Torre del Oro donde había situado el centro de observación del fenómeno astronómico.
Previamente se había preocupado de colocar, a lo largo de la orilla del rio Guadalquivir, en posiciones determinadas y precisas, a diez parejas de observadores provistos de un modesto equipamiento científico. Tan sólo unos anteojos de poca potencia o gemelos de teatro en su defecto, cristales ahumados, un reloj y papel para anotar con exactitud por dónde y a qué hora estaba proyectada en el suelo la sombra solar.
Como nos cuenta él mismo, pero más como hombre emocionado que como riguroso científico, cuando ese Sol de 1870 comenzó a cubrirse y las tinieblas cubrieron el río y los perfiles de la ciudad. “Un tinte cadavérico se reflejó en los semblantes. (...) El eclipse, aunque pasajero, afectó hondamente a las gentes sencillas y personas ilustradas; el ánimo de todos continuó luego contristado”.
Antonio Machado y Núñez que fue también catedrático de Ciencias Naturales en la universidad hispalense, rector de ésta, masón, anticlerical, uno de los primeros introductores en España de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin,... y lo dejo aquí por no cansarle. Ah, y por lo que se sabe, que no se me olvide, fue un hombre muy simpático.
A la vista de esta resumida reseña estará conmigo que Don Antonio fue un ser humano, a todas luces, excepcional. Además se casó con Cipriana Álvarez Durán, pintora de talento y gran folklorista que ejerció una gran influencia sobre su único hijo Antonio y dos de sus nietos. Cipriana, la base del hogar.
Antonio Machado Álvarez ‘Demófilo’, el hijo. Primer gran flamencólogo español, reconocido folclorista y “amigo del pueblo” como le gustaba autodenominarse.
Fue autor de un recopilatorio de coplas del cante flamenco que con el tiempo se convirtió en punto de arranque de todos los estudios que, con posterioridad, se han realizado sobre el flamenco. Un buen escritor que sin embargo no obtuvo ningún reconocimiento social a su gran labor de propagación del folklore y, ya en aquellos tiempos, de denuncia de “contaminación” del flamenco. (Continuará)
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FUENTE: Enroque de ciencia












Uno del centro | Jueves, 14 de Diciembre de 2017 a las 19:38:09 horas
Tanto hablar en parábola hace que los que ven esta sección, ni miren su opinión.
Algo coherente por favor, que no es nostradamus.
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