Carril-Bici, ¿solución? (por Manuel García Mata)
Por fin parece que las autoridades municipales han dado un paso al frente. Después de tantos años el gobierno municipal va a buscar una solución, así lo creemos, a la infinidad de problemas que la circulación de bicicletas ha generado en este tiempo.
Nadie duda que si hay que buscar al culpable en origen de todos estos conflictos, no sería otro que aquel juez que sentenció que una bicicleta podía circular por las aceras entre peatones por tener una determinada cantidad de metros de anchura: tras esto, barra libre.
No creo que el citado magistrado fuera consciente del pollo que iba a liar. Hasta aquel momento la implantación de carriles bici había ido dando satisfacción a la demanda de la gente pionera de la movilidad sostenible, hoy tan en boga. Al permitir la convivencia de ciclistas y gente de a pie en el mismo espacio, abrió la veda al desmadre incómodo y generador de desencuentros que hoy sufrimos.
Por eso es de agradecer y por ende felicitamos las iniciativas del Ayuntamiento por abordar el tema. Hasta aquí nuestra más sincera enhorabuena; si bien sería conveniente reconocer que existen problemas de muy difícil solución en su infraesructura y que debemos asumir como están, se debe advertir sobre detalles para que los resultados se optimicen.
Casi todos ellos pasan por la mejora de la información y por la imperiosa necesidad de concienciar a la ciudadanía de que las normas son para cumplirlas. Pasemos por alto la circulación de bicicletas (máquinas simples tanto como sus propietarios) por las pasarelas, que no es este el tema. Acertadas las frecuentes placas que resumen fielmente las normas básicas de uso, salvo la mínima de que son demasiado pequeños y que, al menos en la cuesta del kiosco de limones, 20 metros de longitud por más o menos 1,5 metros de anchura, la prioridad de paso depende del sentido de la marcha, o sea, al ciclista si es por abajo, al peatón si es por arriba. Error fácilmente subsanable que no tiene por qué alterar los nervios a cierta persona vinculada al Consistorio, al que me une una buena amistad. Esta es la parte más sencilla.
Mucho más complicado resulta que la ciudadanía cumpla con sus obligaciones. Ni las bicicletas se deben salir de sus límites, muy mal definidos en las famosas “aceras bici”, nadie saben por donde van, y por supuesto en los “carriles-bici”; mientras que las personas que van a pie dejen de invadir los caminos reservados a los ciclistas y donde haya que compartir, respetar prioridades. El cómo hacerlo, seguro que el personal técnico sabe, pero por dar ideas, informar por cuantos medios disponga el Ayuntamiento y unos días de actuación de la Policía Local, informando a la gente cuando no se cumpla lo debido y ya veremos después.
Si permitimos que no se interiorice, el problema seguirá y para nada valdrán el gasto y la voluntad.
Manuel García Mata
OPINO | Viernes, 06 de Octubre de 2017 a las 12:16:30 horas
Tener una opinión distinta no es ser un "enemigo rabioso", forma parte de la democracia la exposición de ideas distintas y puntos de vista de un determinado tema. No veo en mis comentarios nada que pueda ser ofensivo o denigrante. El Sr. García Mata expone unas ideas y puntos de vista y otros opinan de distinta forma. Yo no tengo la verdad absoluta, solo es una opinión y como tal así la expreso, sin insultos, amenazas, coacciones y sin considerarme "enemigo rabioso" del articulista al que si agradezco su coraje y valentía exponiendo sus opiniones, aunque no esté de acuerdo, a veces, con ellas. Saludos
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