A las siete de la tarde, a la vez que repicaban las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de la  O, devotos, fieles y ciudadanos en general han disfrutado de la salida de Nuestra Señora de la Merced que en este 24 de septiembre celebra su festividad.

Como ocurre desde hace seis años, la Agrupación Parroquial de la Merced, pese a sus escasos recursos, pero mucho empeño del grupo de trabajo que tiene detrás, encabezado por la presidenta, María del Carmen Vera, se organiza una salida procesional humilde con el fin de que los roteños también puedan ver a la virgen mercedaria procesionar por las calles de la villa.

Un cortejo reducido en el que se han podido ver principalmente, mujeres y jóvenes, unas portando varas y otras vestidas de mantilla dando especial realce a una comitiva que abría paso a la Merced. Vestida con su saya blanca de tisú de plata y capa mercedaria,  y luciendo la corona de plata de Cuba de 1872, donada por la que en aquella época fue su camarera, Amelia Betancourt de Izquierdo, una mujer cubana casada con un roteño, la virgen ha cumplido con su cita habitual precedida del cuerpo de acólitos y marchando a los acordes de la Banda de Música de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Una banda que siempre la ha acompañado en esta cita desde que en 2012 saliera a la calle por primera vez, y que en esta ocasión, ha estrenado una marcha dedicada exclusivamente a ella, creada por el músico local Juan Miguel Villalba.

Tarde calurosa que ha acompañado en esta salida procesional que se prevé que termine en torno a las diez de la noche. A medida que han ido pasando los minutos de su salida, también ha aumentado el número de ciudadanos en la calle para acompañar a la virgen.