La hostelería se vio altamente beneficiada. No dio abasto

Si hay un sector al que benefició directamente la exhibición área de la Armada con motivo del centenario de la Aviación Naval en España, ese fue el de la hostelería. Los bares de la localidad estaban preparados, sabían que habría público y era un buen momento para aprovechar y hacer caja en un mes de septiembre en el que comienza a notarse la ausencia de turistas y se empieza a pensar en el largo invierno. Para la mayoría, los controles de seguridad previos con identificación ante las fuerzas de seguridad del Estado, apuntaban que el evento tendría magnitud, pero la realidad, es que pocos esperaban tal afluencia de público. 

Sin dejar de reconocer que trabajar en días como estos en los que la clientela llega de golpe a la barra deseando ser atendido el primero es la peor forma de prestar un servicio decente, no niegan que aún así, la cantidad de gente que atrajo el espectáculo aéreo  les vino de perlas para salvar un mes de septiembre que con el viento de poniente que se instaló desde la pasada semana, empezaba a flojear antes de tiempo.

Los más previsores se hicieron con material de sobra para dar respuesta a una fuerte demanda de clientes, pero en muchos casos, la realidad desbordó  la previsión y según han comentado a Rotaaldia.com algunos hosteleros, sobre todo de la Costilla, vivieron momentos en los que hasta  hubo que parar las comandas en cocina llegando a colapsarse. Es evidente que la hora de finalización de la exhibición aérea acompañaba bastante. Fue sobre las dos y media de la tarde cuando la Patrulla Águila, el cuerpo acrobático de mayor prestigio de la Armada, se despedía con piruetas y giros imposibles, y ahí cuando la avalancha llegó a ocupar mesas y sillas. Todos querían comer y aprovechar el día en Rota.

La imagen era de veladores llenos. Todos aseguran haber hecho una buena caja, -algunos han rondado los 3.000 euros sólo en ventas de almuerzo-,  es más, los hay que han trasladado a este medio que son los mejores números de venta en una jornada de mediodía  que han tenido en su historial. Los hosteleros coinciden en que ha sido un revulsivo y un buen fin de fiesta para el verano 2017 donde han visto a mucha gente de fuera, algunos de ellos veraneantes habituales que se marchan en agosto para volver el año próximo y que esta vez, sin embargo, han vuelto también para este fin de semana de septiembre.

Lo que sí apuntan otros hosteleros es que si se habla de una cifra de 50.000 personas en la playa para ver el espectáculo de la Armada, el porcentaje que se quedó en los bares fue bastante más inferior, eso no quita que siempre se esté hablando en términos positivos y que todos hayan sacado provecho. Una tendencia que también notó la XVIII Feria de la Tapa que estaba situada en la plaza Bartolomé Pérez donde el sábado se vivió un día grande de ventas, según ha sabido Rotaaldia.com por hosteleros participantes con varias ediciones a sus espaldas. El mejor día con diferencia, apuntaban encantados y deseando que más citas de este tipo se celebraran a menudo.

La afluencia de público se notó en aquellos que daban desayunos desde primera hora. Cajas comparables a una mañana tras la salida del Nazareno en Semana Santa  que es sin duda, un referente para la hostelería por la cantidad de clientes. El almuerzo estuvo a rebosar y a lo largo de la tarde se fue relajando el ambiente para llegar a la normalidad de la noche.

En definitiva, los aviones de la Armada dejaron a los bares hacer caja duplicando sus números de beneficios en el doble y triple de lo habitual.