CARENCIAS Y DEFICIENCIAS

Cuando a alguien “le toca de cerca un tema” es cuando se da cuenta de las carencias que alguna vez oyó sobre el asunto en cuestión pero que nunca dio la importancia que debiera. Es decir, que  nunca fue “su guerra” hasta que se ve inmerso en ella. En España, las preocupaciones principales son el paro, la vivienda, la sanidad y la educación. Algunas otras más, pero las anteriores principalmente y no sé si en el orden en que las he mencionado. Pero eso es lo de menos. El orden, digo.

Al que tiene trabajo estable las cifras del paro “le suena a cantinela política”. A los fijos, que es tanto como decir a los funcionarios, la problemática del paro no va con ellos. A los demás sólo empieza a preocuparles cuando sienten sobre ellos la amenaza de una regulación de empleo por parte de la empresa. Sólo cuando se tienen hijos que alcanzan la edad para formar parte de la población activa, la problemática del paro se hace más angustiosa. A los distintos gobiernos las cifras del paro les sirven, a saber: cuando estas bajan, para “sacar pecho”; cuando suben, para “escurrir el bulto” y mencionar la incompetencia en esta materia en un mercado libre donde el empleo lo crea las empresas y no la Administración Pública.

La vivienda  preocupa sobre todo a los jóvenes. Comprarse un piso es renunciar “a casi todo”. Es renunciar a ese “segundo sueldo” (si lo hay) para hacer frente  con él a la hipoteca durante un buen número de años.
Las políticas sobre vivienda se quedan “en papel mojado”, en objetivos que nunca se logran alcanzar y que pasan a engrosar la lista de las promesas incumplidas.

En Sanidad, mientras no te veas inmerso en algún proceso de enfermedad, las carencias preocupan poco. Ni te imaginas “la de cosas” mejorables que pueden existir en cualquier centro sanitario. Confeccionar una lista de carencias sería un buen ejercicio. También las confeccionan los políticos para añadirlas a sus programas electorales, pero después parece que las cuentas no cuadran y suelen “parchear” como pueden sus promesas.
Y en Educación no digamos: aulas saturadas, falta de medios, profesorado desmotivado, escasa calidad de la enseñanza en  numerosos casos… Otra lista para los programas electorales futuros.

A base de carencias se nutren las promesas electorales, se formulan los programas políticos y se discurre en debates y mítines.

Los partidos políticos mayoritarios entran en constantes contradicciones a la hora de denunciar las carencias percibidas. Así, la denuncia del PP andaluz en torno al tema de la climatización de los colegios debido a las altas temperaturas sufridas al final del curso escolar, no se corresponde con  las políticas y mensajes en esta materia de sus propios compañeros en aquellas comunidades autónomas dónde gobiernan, como es el caso de la Comunidad de Madrid. Aquí se puede aplicar esa frase del refranero español de “dime de que presumes y te diré de que careces”.

Las carencias, a parte de sufrirlas cada cual en algún momento de su existencia, sirven para “dar cuerpo” a los programas electorales. Aquí, el que más complicado lo tiene es el partido político que ha estado gobernando y, por lo tanto, no ha subsanado las carencias denunciadas.

Pero las carencias también pueden venir provocadas por intereses económicos. Existe un manifiesto interés en devaluar lo público por parte  de la derecha ideológica . Interesa que la Sanidad Pública tenga carencias para así orientar a la ciudadanía a la Sanidad Privada. En Educación viene a ser lo mismo, Educación de diferentes “niveles”, aunque, todos los niveles de la Educación se nutra de las arcas públicas.
Salud.