Por primera vez en su historia Soledad de María Santísima, titular de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo,  presidió un rosario vespertino que en la noche de ayer se celebró enmarcado dentro de los actos por el 400 aniversario fundacional de esta cofradía del Viernes Santo.

Portada en parihuela por hermanos costaleros y algún devoto que quiso sumarse a lo largo del recorrido, la virgen salía de la parroquia de Nuestra Señora de la O precedida de una comitiva en la que se pudo ver la cruz de guía y faroles, hermanos de cirio, representantes de algunas hermandades de penitencia y gloria que quisieron sumarse a esta cita y cuerpo de acólitos. Muchos fieles y devotos aprovecharon esta ocasión para ver a la Soledad como pocas veces se le ha podido ver, sin la cruz y vestida para la ocasión con el estreno de una saya verde de brocado en hilo de oro donada por una hermana y manto negro de terciopelo con recogido tipo antequerano. En la parihuela lucía en la parte delantera la media luna de plata que Nuestra Señora del Rosario Coronada, patrona de Rota, luce en su paso el día de su procesión.

Adornada por margaritas delante y ánforas plateadas con nardos detrás, la Soledad lució entre el público que se acercó a verla desde su salida en torno a las diez de la noche desde la parroquia de Nuestra Señora de la O. Aunque salió puntual, el recorrido no pudo iniciarse con normalidad debido al estacionamiento de un coche en una plaza de discapacitados donde no se había señalado por parte de la Policía Local que a esa hora pasaría por ese tramo entre la plaza Bartolomé Pérez y la calle Gravina el cortejo. Hubo que llamar a la grúa para su retirada, aunque finalmente  el dueño fue localizado y pudo retirar el vehículo de la zona donde pese al permiso solicitado por la hermandad, no se había puesto la información necesaria para los usuarios de esta plaza de aparcamiento. 

Al margen de este detalle que tuvo parada a la comitiva varios minutos, la virgen lució espléndida por el paseo marítimo por donde se fueron rezando los cinco misterios del rosario. Especialmente numeroso era el grupo de fieles que procesionaba detrás de la Soledad rezando y algunos tramos como la salida o la llegada a la plaza Jesús Nazareno, donde se concentró buena cantidad de ciudadanos que no pararon de inmortalizar con sus móviles esta salida nada habitual en esta dolorosa. De hecho, era la primera vez que presidía un rosario vespertino y que lucía fuera de su paso del Viernes Santo al pie de la cruz.

La recogida, en torno a las doce y cuarto de la noche, dio por concluida una cita especial para todos los hermanos del Santo Entierro y devotos. Fue también una oportunidad para que muchos visitantes vieran la imagen de esta virgen por las calles de la villa.