Quantcast
Sábado, 08 de Julio de 2017

Carlos Roque Sánchez

[Img #75913]

 

 

 

 

EL OMBLIGO DE EVA Y ADÁN  (y 2)

 

 

 


(Continuación) Y según su argumentario, una breve explicación para la existencia o no del ombligo, podría ser la siguiente.


Hubo una época en la que no existía por ejemplo, el “Homo sapiens” y sí su antepasado, por poner otro, el “Homo antecesor”. Unos seres homínidos parecidos es cierto, pero lo suficientemente distintos como para no considerarlos “sapiens”. Y hete aquí que sin duda, está en la propia naturaleza, en un momento dado una hembra de la especie “antecesor” parió un individuo modificado.


Quiero decir uno mutado y mejor adaptado (no necesariamente más fuerte) a las condiciones ambientales para la lucha por la vida. En definitiva una nueva especie, nosotros mismos, el “Homo sapiens”, que naturalmente provenían de un parto. ‘Ergo’ tenían ombligo.   


No son pocas las ciudades del mundo donde se ha podido ver una exposición de los hallazgos arqueológicos de Atapuerca, el famoso yacimiento burgalés. Y entre las muestras, como no, los restos de la nueva especie humana bautizada como “antecesor”. Quizás el europeo más antiguo del que se tiene conocimiento, y del que sabemos que practicó el canibalismo y tenía, para más ‘inri’, unos rasgos craneales y faciales mezcla entre neandertales y modernos.


Un eslabón clave de la evolución humana ya que se trata del ancestro común a partir del cual evolucionaron sapiens y neandertal y de los que sabemos, de primera mano, sólo sobrevivimos nosotros. Y todo en menos de ochocientos mil (800 000) años. Como diría el filósofo austríaco Karl Popper, “De la ameba a Einstein sólo hay un paso”. Pues sí, al menos a esta escala de tiempo.  


Y como no ignoran, al fenómeno de marra que aludimos se le llama evolución, un hecho incuestionable que es explicado por distintas hipótesis dentro de la Teoría de la Evolución. Una teoría más, la evolutiva, dentro del cuerpo de conocimientos ciertos y demostrados que conforman las Ciencias. Un saber cierto que ha hecho que el hombre progrese.


Todo esto en uno de los dos sentidos de la dirección progreso. En el otro, el opuesto, se encuentra el fenómeno contrario llamado creacionismo. Un supuesto hecho cuestionable y no explicado por ninguna teoría científica. Una credulidad más que forma parte de un saco de conocimientos inciertos y no demostrados llamado pseudociencias. Un saber que hace al hombre retroceder hasta sus antecesores o más allá.  

 


PD. Repasando este escrito para su entrega he caído en la cuenta que -al respecto de los papeles que juegan en nuestros conocimientos creencias, ciencias y artes- ya les escribí casi al principio de mi colaboración. Fue en la sexta entrega y llevaba por título: ‘¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?’.


Es posible que la recuerden. Se trata de una de esas paradojas que en lógica son llamadas de “regresión infinita”, y que en principio algunos parecen tener clara. “Fue primero la gallina”, te dirán y además se quedarán tan frescos. Pero claro, si se piensa sólo un poco se ve que no puede ser porque el animal tuvo que nacer de un huevo empollado.
¿El huevo, entonces? Eso tampoco, una gallina lo tuvo que poner antes. Pues estamos apañados podrá decir cualquiera, y la verdad es que no andará falto de razón. No, la lógica no tiene respuesta al dilema gallináceo, ¿se imaginan de qué otro campo de conocimiento humano nos llega?
Sí. Del de la ciencia y además del mismo libro (1859) que la del ombligo ¡Cómo me gusta la Ciencia!

 

Para contacto personal: [email protected]
FUENTE: Enroque de ciencia

 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.10

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.