El dueño de la vaqueriza hará lo posible por trasladarse, pero los plazos juegan en su contra
El empresario necesita tiempo para la evacuación de su ganado a unas instalaciones que cumplan con los requisitos propios de su actividad. No quiere hacerse rico, pero tampoco que lo arruinen
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El problema de la vaqueriza que se ha quedado integrada en el núcleo urbano de Rota en la avenida de la Matea con el desarrollo urbanístico experimentado en la localidad, es una de las situaciones más difíciles de resolver actualmente, no porque el dueño de esta explotación ganadera no sepa que tiene que irse, sino porque los plazos para hacerlo no juegan a su favor y son dilatados en el tiempo.
Para dar respuesta a una demanda vecinal de hace años, el actual alcalde de Rota, Javier Ruiz, ha mostrado su firme compromiso de buscar soluciones como ya ha publicado Rotaaldia.com, pero su voluntad no es suficiente en una situación en la que hay otra parte, una familia que vive de esta actividad y que no quiere quedarse en la ruina, y además, administraciones públicas ajenas al Ayuntamiento que deben dar el visto bueno al traslado de la explotación ganadera a otra finca.
Al igual que ha hecho con el alcalde, este medio se ha puesto en contacto con el abogado de la familia empresaria dejando ver por primera vez y de manera pública cuál es su posicionamiento en un problema que en realidad, colea desde 1999 cuando comenzaron las primeras tomas de contacto. Quizás en su momento no se le prestó la atención suficiente por parte de los gobiernos locales anteriores y ahora que toda aquella zona está urbanizada con muchos vecinos cerca y molestos, el tiempo apremia jugando en contra de un empresario que lleva toda la vida dedicándose al ganado como uno de los mayores productores de leche y con reconocido prestigio en Andalucía y España. De hecho, con sus casi 500 cabezas de ganado, lleva años posicionado en los primeros puestos del ranking nacional de mejores explotaciones por índice genético estando en junio de 2016, tras una evaluación genética certificada por la Asociación Frisona Andaluza, en el puesto 5 en España y en el número 1 en Andalucía.
Precisamente por ese prestigio, por ser una empresa ganadera como no hay otra en Rota y porque es un empresario que lleva desde 1980 ganándose la vida a través de esta vaqueriza, es por lo que el Ayuntamiento está buscando vías para no dejarlo en la estacada aunque tiene en contra la presión ciudadana y el compromiso del propio alcalde que en elecciones municipales se comprometió a dar solución a este asunto.
Según su abogado, el ganadero, consciente de que tarde o temprano tendría que marcharse de una ubicación que por aquel entonces empezaba a edificarse en los alrededores, compró una finca de dimensiones aptas para su actividad en la zona de la carretera Rota - Jerez, dentro del término municipal roteño, para ir preparando el terreno, pero no era tarea fácil y según su representante legal, tampoco hasta ahora ha habido una intención real de buscar soluciones que llegaran a buen puerto, como bien demuestra un expediente amplio en el que se duplican documentos, debido a las idas y venidas sin llegar a concretarse ninguna medida.
Fue a raíz de solicitar una licencia de obra para construir unos purines en la vaqueriza cuando el Ayuntamiento, entonces gobernado por el PP y Roteños Unidos, se la denegó al darse cuenta de que el empresario en su día no solicitó licencia de apertura. Eso, unido a la presión de los vecinos que ya había, fue el hilo del que tiraron para que en 2015 se iniciara más en serio el proceso de intentar desmantelar la vaqueriza. Es la situación que se encuentra el PSOE e IU cuando acceden al gobierno local y la que el alcalde está intentando solucionar por las buenas con la predisposición manifiesta, según su abogado, del empresario.
El principal problema está en que montar unas nuevas instalaciones ganaderas de la envergadura que necesita este roteño, con los condicionantes técnicos, permisos, documentación, alta de luz, modificaciones del PGOU para poder ubicarse en la nueva finca, etc., no es nada rápido y además intervienen más administraciones aparte del Ayuntamiento. Con 471 vacas a las que hay que sacar leche a diario, el traslado sólo se podrá hacer cuando la nueva vaqueriza cuente con todas las autorizaciones y eso, según el abogado, llevará meses porque aunque su cliente esté de acuerdo en tramitarlo todo de la manera más ágil posible, tiene que intervenir la Junta de Andalucía e incluso el Gobierno central a través de Defensa (por la cercanía con la Base Naval), y ahí, los tiempos se escapan.
El abogado del empresario reconoce que hay predisposición por parte del alcalde de Rota en sacar adelante este asunto, comprometiéndose incluso a acelerar de forma paralela aquellos trámites que corresponda a la parte municipal como la modificación del PGOU que permita unas condiciones que afectan a varias fincas, entre ellas, a la nave de la futura vaqueriza que precisa mayores dimensiones. Pero eso no es suficiente.
En una reunión el pasado 20 de abril se pusieron sobre la mesa todas las dificultades que enfrenta el hecho de desmantelar la vaqueriza y que la actividad continúe en la nueva ubicación lejos de viviendas, y en este mes de julio se presentará el proyecto por parte del empresario, que los técnicos tendrán que revisar para ver que se cumple con la normativa, con lo que está sujeto a condicionantes hasta su visto bueno final.
"Nos queremos ir, pero es difícil. Es ahora, desde 1999 cuando comienza a verse visos de solución, pero el Ayuntamiento quiere que se cumplan unos plazos y no todos dependen directamente de nosotros", cuenta el representante legal del ganadero en esta causa.
El abogado insiste en que la explotación ganadera es su único modo de vida y que de hecho, tiene un sitio para poder continuarla, pero es necesario acondicionarlo y tener los permisos pertinentes. Un proceso lento por la propia burocracia de la administración.
El empresario quiere dejar claro que no hay ninguna actitud de obstrucción al proceso de desmantelamiento, pero aunque no quiere hacerse rico, tampoco quieren que lo arruinen, por ello, es fundamental que el traslado de su ganado se haga a unas instalaciones ya acondicionadas a su actividad.
Si la vaqueriza se cerrara por la intransigencia de las administraciones, Rota se quedaría sin su principal referente como explotación ganadera reconocida a todos los niveles. Eso lo sabe el alcalde de una localidad que puede presumir de pocas industrias, ahí está la clave del entendimiento que va por buen camino pero que encuentra numerosas piedras, principalmente, los plazos de actuación y autorizaciones que no dependen exclusivamente del empresario y el Ayuntamiento. Ninguna de las dos partes echa balones fuera, pero la realidad es que no es fácil ni tan rápido como los vecinos afectados desean.




































juan | Miércoles, 05 de Julio de 2017 a las 17:52:50 horas
"A Rigoberto" ...gracias a Dios no estoy entre esas familias,pero tu naciste con el gen equivocado,debiste nacer vaca o toro con cuernos, porque te tira mucho esa familia.
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