Aunque hasta el próximo 15 de julio Capicúa Grill & Garden no cumplirá su primer aniversario como referente gastronómico en la zona de la Costilla, las ganas de seguir avanzando y experimentando en su cocina para deleitar a su clientela están en plena forma, y de ahí que buscando dar un toque diferente a su carta, hayan apostado por introducir nuevos tintes en sus fogones. Lo hacen gracias a la incorporación del chef Ali Elkardoudi, un marroquí que domina la cocina de su tierra y que gracias a su formación tanto en Marruecos como en la Escuela de Hostelería de Sevilla (Taberna del Alabardero),  es capaz de crear platos donde la fusión y la tradición se dan la mano.

Su llegada a la cocina de Capicúa, hace algo más de un mes, le ha permitido a este restaurante roteño dar una vuelta de tuerca a su carta sin perder la esencia de un local  que desde que abriera sus puertas el verano pasado, siempre ha tenido claro su apuesta por la materia prima de la zona. La apuesta principal de este equipo se basa en usar productos frescos  de temporada que consiguen a través de proveedores locales, garantizando así el sabor y calidad de lo autóctono pero añadiéndole un plus en su elaboración donde el chef Ali Elkardoudi  mete mano para mostrar sus habilidades en la cocina fusión con matices marroquíes.

La nueva carta  trabaja con muchas sugerencias de modo que el cliente siempre tendrá expectativas de probar platos nuevos cada semana. Las croquetas de atún rojo de almadraba con sashimi semicurado de su barriga y salicorni, la carrillada de ternera con parmentier de patata trufada y chips de yuca, los pinchitos morunos con cous cous o la auténtica pastela marroquí de pollo son sólo algunos de los nuevos platos que salen de la cocina de Capicúa donde ahora también, gracias a la formación del chef Ali  en repostería de las culturas judía-cristiana y musulmana, el postre toma especial relevancia con aromas árabes que no son fáciles de encontrar en la localidad.

Para aquellos a los que les gusten los sabores nuevos, tienen una oportunidad excelente de probar novedosas elaboraciones culinarias eso sí, aunque la carta de Capicúa haya cambiado casi al cien por cien, hay una línea de continuidad con lo que se han venido haciendo en este primer año de trayectoria. Básicamente, los propietarios aseguran que es la misma materia prima con otro proceso de elaboración, lo que permitirá a la clientela más tradicional adaptarse rápido a los sabores de los nuevos platos que sin estridencias, son bastante innovadores.  En esta nueva etapa, un producto mimado será el atún rojo de almadraba que estará presente para consumirlo bien como plato principal o combinado en otras creaciones culinarias.

Comer bien debe ir acompañado de un buen maridaje que potencie los sabores. En este sentido, y manteniendo esa filosofía inicial de apuesta por lo nuestro, se ha  ampliado la carta de vinos donde tienen gran presencia los Sherry, ayudando así a la promoción de los caldos de Jerez que encajan a la perfección con la comida que ofrecen.

La relación calidad precio sigue siendo un estandarte para el grupo de Capicúa que entiende que disfrutar de una buena mesa no está reñido con el bolsillo.

Lugar de celebraciones y eventos

Si algo ha caracterizado a Capicúa desde su apertura, es la decoración fresca y con elementos que invocan a la naturaleza de su terraza. Un espacio donde el verde de la hierba predomina y ofrece un ambiente agradable e ideal para celebraciones y banquetes. En este primer año se han iniciado en la organización de varios eventos y comidas de grupo  aprovechando la capacidad de aforo para 110 personas que tiene un local situado en plena plaza de La Cantera, corazón de la Costilla.

Las ganas de agradar a su clientela y estar a la vanguardia sin olvidar lo más autóctono, son señas de identidad de un restaurante que pronto cumplirá su primer año en plena forma.