Antonio Franco
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“SEMOS” EUROPEOS
España es singular y/o diferente. Aunque ambos términos sean parecidos y hasta pueden considerarse sinónimos, hay quien los diferencias, desde el punto de vista, no sólo semántico, sino hasta psicológico. Pero este artículo no va de Lingüística ni de Psicología.
Intento rebuscar en la hemeroteca de mis desordenados apuntes y no encuentro ningún país en esta Europa actual donde un gobierno se sostenga pesando sobre el partido político que lo sustenta todo un rosario de casos de corrupción sobre sus dirigentes o ex dirigentes y, lo más increíble, habiéndose demostrado que dicho partido se ha financiado de manera irregular. Vamos, que es un tramposo. Porque, si ha hecho trampas, es un tramposo.
En cualquier país europeo, los políticos que se ven inmersos en causas que aquí, visto lo visto, se considerarían banales, dimiten desde el momento en que salta la noticia sobre su imputación. Pero, aquí no. En este país nuestro hay que echarlos casi a la fuerza.
Algunos dirán, y con razón, que la corruptela se da en casi todos los partidos políticos. Pero no se puede negar que en unos proliferan, como amapolas en el trigo, más que en otros.
Los casos de altos cargos del PP haría sonrojar al más neutral. Especialmente llamativo resulta las acusaciones sobre Rodrigo Rato, ejemplo de gestión económica para José María Aznar, y con cuya persona, el Partido Popular sacaba pecho por su nombramiento de director gerente del Fondo Monetario Internacional en el 2004.
La Ministra de Educación de Suecia dimitió por haber dado positivo en un control de alcoholemia. La señora ministra había dado un 0,2 miligramos de alcohol en sangre que es la cantidad mínima que en Suecia se considera delito. Por contra, Esperanza Aguirre, presidenta del PP hasta el 2016, tuvo un incidente con agentes de movilidad del Ayuntamiento de Madrid por aparcar indebidamente en un carril bus, derribando una motocicleta estacionada de los agentes que la estaban multando por su infracción, mientras continuó su marcha. No se le solicitó por ese percance la prueba de alcoholemia. Pero si se le hubiese efectuado y, un suponer, hubiese dado ligeramente positivo (como la ministra sueca), dudo que hubiese presentado la dimisión.
En el año 2011, el ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, dimitió tras haber sido acusado de plagiar su tesis doctoral. ¡Qué banalidad! ¡Mira que dimitir por tan poca cosa! Si fuera por plagiar, tendría que dimitir más de uno, dado lo repetitivo que resultan las argumentaciones, sobre todo si son a renglón seguido de haberlas oído del portavoz anterior.
Lo que sí deberían plagiar los partidos políticos de la izquierda ideológica española es el modelo portugués. Si se fijan bien, del gobierno de izquierda portugués nadie habla. Hay que recordar que en Portugal ganó las elecciones la derecha, pero la unión de los partidos de izquierda (Partido Socialista, Partido Comunista y Bloque de Izquierda) les mandó a la oposición. Y no parece que a los portugueses les vaya mal, dado que nadie habla de ellos.
Salud.












Jack Sparrow | Viernes, 09 de Junio de 2017 a las 21:13:54 horas
Traduzco tu comentario para los que no puedan hacerlo, en resumen "Como no tengo ni un solo argumento para responder al cambianick, lo llamo comunista y mentiroso y disimulo que no tengo una pobre respuesta a su comentario". Si es que algunos son más simples que el mecanismo de un botijo.
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