La Cruz de Mayo volvió a procesionar por las calles del casco antiguo y lo hizo en su 34 edición con un cortejo bastante reducido como ya anunciaron los organizadores que sería. De hecho, debido a la escasa participación de niños este año, incluso se decidió  dejar el paso de palio sin salir. Aún así, y con la cruz sola, precedida por un pequeño grupo de niños, esta salida tuvo a su público a pie de acera que acompañó en todo momento la labor que los pequeños costaleros, capataz y contraguía realizaron. Y es que es precisamente ver lo ens erio que se toman los niños su papel dentro del cortejo lo que gusta ver cada mes de mayo con esta cruz.

A las ocho y media de la tarde, como estaba previsto este año dos horas más tarde para favorecer mayor afluencia de ciudadanos, salía el único paso de un cortejo corto que se vio arropado sin embargo por una amplia representación de la Banda de Cornetas y Tambores de la Asociación Musical "Ruiz-Mateos" que, como cada año, colaboró con la Asociación Cruz de Mayor del Casco Antiguo que organiza desde hace más de tres décadas esta salida procesional.

Aunque es cierto que en ediciones pasadas la Cruz de Mayo ha contado con mucha más participación, donde se contaban hasta el centenar de niños formando la comitiva y que este año no llegaban ni a 30, no se ha querido dejar a Rota sin esta tradición que en cualquier caso, causó revuelo a su paso hasta pasadas las diez de la noche cuando volvió a la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno donde volvió tras un par de horas por las calles del casco histórico de la localidad.