El Señor de Rota es dueño de la Madrugá roteña y un año más, ha quedado demotrado a través de cientos de ciudadanos que han salido para acompañar a Jesús Nazareno en su estación de penitencia. Una noche larga que empalmará con el alba y se prolongará hasta las doce del mediodía, hora a la que se prevé que se recojan los tres titulares que a las dos de la madrugada han iniciado su salida procesional desde la parroquia de Nuestra Señora de la O.

En esta Madrugá, aunque la esencia debe ser la misma de todos los años, basada en la fe en Nuestro Padre Jesús Nazareno, ha habido algunos cambios, el principal, al margen de algunas calles del recorrido, la hora del Sermón de Pasión que ha vuelto a celebrarse de noche, al inicio de la estación de penitencia en la plaza Bartolomé Pérez y no al final como venía ocurriendo los tres últimos años. Para llegar a ese momento tradicional de la Madrugá roteña, de la iglesia de la O han partido varios tramos de hermanos nazarenos que se han ido colocando en la parte acotada de la citada plaza para ver salir en primer lugar, a María Santísima de la Amargura, que tras una trabajosa salida por las dimensiones de la puerta y del paso de palio donde los costaleros tienen que emplearse, se ha posicionado en el lado derecho de la puerta principal de la O. Tras otros tramos de hermanos y resto del cortejo, ha salido San Juan en su paso, quedando a la izquierda de la iglesia para dejar en el centro a Nuestro Padre Jesús Nazareno que ha aparecido por el dintel bien pasadas las 2.30 de la madrugada. Una vez dispuestas las tres imágenes en sus respectivos lugares, con su cuadrilla de costaleros, capataces, músicos, hermanos, etc. alrededor, se ha procedido al desarrollo del Sermón de Pasión. Una costumbre que se da en Rota y otros muchos pueblos de Andalucía donde se predica la pasión de Jesús y se recitan las sentencias de Pilatos, Padre Eterno y Confortación del Ángel. En este caso, ha sido el diácono Diego Vidal, acompañado de dos saeteros, los que han dado voz a un sermón que hay que decir que a esa hora de la madrugada, sobre las 2.45 horas, ha atraído a poco público. Y es que si durante la salida de Jesús, Amargura y San Juan, la plaza Bartolomé Pérez e inmediaciones estaba llena de público, una vez que ha comenzado el Sermón de Pasión, se ha notado un gran bajón de personas quedando buena parte de la céntrica plaza vacía. Pese a que el sermón ha durado unos 25 minutos, el tiempo previsto, los roteños han preferido marcharse o ir buscando una ubicación posterior para poder ver el cortejo al completo en esta Madrugá.

Una vez terminado el sermón, sobre las tres y cuarto de la madrugada, desde la plaza Bartolomé Pérez se ha ido formando el cortejo para enfilar un itinerario que este año se ha quedado por calles muy céntricas.

Hasta las doce y cuarto del mediodía tendrán los roteños tiempo suficiente para disfrutar de la salida del Señor de Rota por las calles de una villa volcada con su Nazareno que hoy lucía túnica morada lisa nueva, cordón plateado -primera vez que sustituye al dorado-, y potencias de plata con las que no procesionaba desde hacía 20 años. Pequeños detalles que no empañan en ningún caso la esencia de una Madrugá que se disfruta plenamente.