El Lunes Santo volvió a estar marcado por el Amor y la Esperanza
La Hermandad del Amor salía ayer a la calle y pese al viento desagradable de levante, muchos ciudadanos acudieron a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen para ver la salida procesional de los dos titulares que llenan de contenido cofrade el Lunes Santo. El Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza del Calvario iniciaron su estación penitencia a las 7 de la tarde y lo hacían con un recorrido modificado en su primer tramo por el viento de levante. Eso no fue impedimento para que los roteños acudieran a verlos y disfrutar de esta cofradía en la calle, la más joven de las que procesionan en la Semana Santa roteña.
No por su juventud, sino porque como el mismo párroco emérito Juan González Lagomazzini reconoció ayer desde el balcón donde se dirige habitualmente cada año a los fieles, se han hecho cosas mal en el seno de la hermandad y eso ha derivado en varios problemas a nivel interno que ayer se dejaron notar en la calle. Un cortejo demasiado corto y en ocasiones algo desordenado. El padre Juanito ya lo advirtió, la Hermandad del Amor ha demostrado saber trabajar hasta convertirse en hermandad pero hay que enmendar la plana, decía, llamando la atención de los hermanos para que unidos, pudieran retomar el buen camino y la del Lunes Santo sea una cofradía grande y seria.
Desde luego, al haber echado sus raíces en la barriada de El Molino, tiene un especial tirón en esta zona de Rota, pero este debe ir a más y lograr el fervor de todos los roteños. Con el deseo de que poco a poco se trabaje y se vuelva al camino correcto desde la unión de hermanos, el párroco emérito deseó una buena estación de penitencia. Como lo hizo también el párroco Carlos Redondo que desde el balcón de la iglesia rezó una oración por enfermos y necesitados.
La salida procesional del Amor y la Esperanza comenzaba con la Cruz de Guía en la calle a la que seguía sin tramo de hermanos por medio, el paso del Cristo del Amor, la imagen de un crucificado que por segundo año procesionaba con cargadores por dentro del paso, esta vez, guiados por el capataz José Antonio Tirado Valderas que se estrenaba en el cargo. Tras el Cristo, que iba en silencio, un grupo de hermanos reducido formaban el cortejo no demasiado extenso, para dar paso a Nuestra Señora de la Esperanza del Calvario, una dolorosa cargada por la única cuadrilla compuesta íntegramente por mujeres cargadoras que levanta la admiración de sus paisanos por su seriedad y buen hacer. Este año, por primera vez, el capataz desde su primera salida procesional hace una década era nuevo, Sergio Laynez Bejarano, que guio a este grupo de 40 mujeres meciendo a la Esperanza del Calvario al son de los acordes musicales interpretados por la la Asociación Musical de Barbate.
Amor y Esperanza estuvieron presentes en la noche del Lunes Santo completando su estación de penitencia con normalidad pese al viento de levante que hizo el camino algo más incómodo en algunos puntos. Público más numeroso se agolpó en la zona centro para ver a estos dos titulares de una hermandad que debe volver a la senda del camino bien hecho.















































































YoMisma | Jueves, 13 de Abril de 2017 a las 12:28:52 horas
Todo el que llega a dirigir esa hermandad se crea su propio cortijo y olvida que es una hermandad en la que las puertas deben estar abiertas.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder