Vacaciones
Esta semana, este lunes 9, empezábamos todos de nuevo con la rutina diaria. Con depresión post vacacional, y con algunos kilillos de más, los niños volvían al colegio y los mayores a su trabajo, el que lo tenga y el que no, a seguir luchando por conseguirlo. Pero no todos volvían a su rutina, hay unos españoles (aunque algunos no se consideren españoles) que no son como el resto, que gozan de privilegios y de unas virtudes adquiridas de las que el resto de ciudadanos no gozamos, los diputados.
Así es, los diputados del Congreso, de todos los partidos, de izquierdas, de derechas y los nacionalistas, todos siguen de vacaciones, y es que ellos no vuelven a su actividad parlamentaria hasta el 1 de febrero.
¿Y esto no sale en la prensa? ¿Por qué? Todos los medios callan y todos los partidos callan. Los partidos viejos porque si hablan, se les acaba el chollo, y los partidos emergentes pues porque, claro, se está muy a gusto teniendo más de un mes de vacaciones navideñas, o bueno, como ellos les quieran llamar, vacaciones navideñas, vacaciones del "solsticio de invierno"... da igual si son creyentes o no, da igual si son respetuosos con las tradiciones o no, ellos se asignan sus propias vacaciones y para eso sí se ponen todos de acuerdo, para eso sí remarcan la igualdad de todos, de todos ellos, claro, todos tiene las mismas vacaciones, y oye, ninguno se queja.
Y luego salen a la calle pidiendo confianza, gastándose millonadas de dinero público en campañas publicitarias intentando parecer normales. Algunos deben creerse que el pueblo somos idiotas.
Luego salen las encuestas (todas pagadas, ya sean por los medios de comunicación o por el Gobierno) diciendo que entre los principales problemas de la ciudadanía está la clase política, y la clase política ¿Qué hace al respecto? Nada, absolutamente nada. El sistema de "yo soy malo, pero es que el otro es peor" lamentablemente funciona. Y es que el mecanismo de que los votantes premiamos a los que mas trabajan es mentira, apoyamos al que mas presume de trabajar, no al que verdaderamente lo hace. Por habernos llevado a dos elecciones en el mismo año, por no ponerse de acuerdo en lo fundamental, por habernos tenido un año sin Gobierno, y sobre todo, por tratarnos como tontos, los ciudadanos no deberíamos votar a ninguno de los que están, ya que ninguno está demostrando ser diferente.
Terminé el año pasado pidiendo en mi carta a los Reyes Magos más solidaridad y más igualdad, lamentablemente el año empieza al revés. Yo no quiero que los diputados trabajen más de la cuenta, quiero que trabajen lo mismo que el resto de españoles, pero que si no es así, al menos tengan la vergüenza de no cobrar los meses que no trabajan, seguro que ese dinero se puede destinar a fines más sociales.
Hugo Cañellas Ávila

































Santa Hildegorda de Frankfurt | Miércoles, 18 de Enero de 2017 a las 19:41:27 horas
La autocomplaciencia es pecado. Algunos acabaran rogandole a Santa Lucia.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder