PUNTO Y APARTE

Hemos comenzado un nuevo capítulo de nuestra particular novela vital. Hace unos días dimos “comienzo” a la continuación de un relato, que se inició con un punto y a aparte y que nos llevará a distintas narraciones con sus  puntos seguidos. Dicho de otra forma, hemos empezado un nuevo año.

Los buenos propósitos han invadido el ambiente  en el que nos desenvolvemos. Paralelo a esas promesas que hemos hecho públicas en los brindis y en los distintos formatos de mensajes, vecinos de esta Aldea Común siguen en su punto y seguido.

No es nuevo. Es más, se ha convertido en todo un trágico clásico. Sobre todo en estas fechas.
Antes de empezar a seguir relatando, antes de pasar al siguiente párrafo, repasamos lo  “escrito” en estos últimos doce meses. Llevamos a cabo un balance y concluimos, la mayoría de las veces, que todo es mejorable, pero que nos conformamos con que los siguientes renglones expresen lo mismo o parecido a lo ya escrito.  

En este punto y aparte, nos adentramos en la continuación de nuestra propia historia pero con renovadas fuerzas. Cambiar un número por el siguiente en el calendario parece tener un sentido motivador. La motivación se extiende en el tiempo según cada cual. Para muchos, la motivación sigue siendo la misma que hace unos días en el que el año acababa en seis. Otros muchos miran el siete y ya programan los viajes y las escapadas. Otros se preparan desde ya para esa página del calendario en la que los sentidos vencen al pesimismo de “este Valle de lágrimas”.
Se retomarán asuntos pendientes de resolver. La Vida se torna elástica en demasiadas ocasiones. Los acontecimientos de la Vida, quería decir. Por eso, estaremos expectantes ante temas que han quedado sin resoluciones. ¡Que hay asuntos que tienen más vidas que los ajos y salpican a más de un párrafo!

Un punto y aparte que conlleva acontecimientos de la estrofa anterior. Así, acabarán los cursos escolares y políticos, las competiciones deportivas, la estación meteorológica invernal, la fase lunar....El ejercicio fiscal, no. Este se queda en la estrofa acabada. Se queda, con el color asignado a sus números según lo positivo o negativo de la gestión llevada a cabo.

Iremos rellenando, cual formularios vitales, los siguientes folios según nos venga a cada uno. Releyendo, eso sí,  las páginas ya escritas, para no olvidar a los que nos dejaron ni anestesiar nuestros  aciertos y errores, pero con la fuerza suficiente para enfrentarnos a unas páginas en blanco.

En cuanto me reponga de esta melancólica fase que supone teclear el primer artículo de este 2017, prometo volver a la habitual senda de comentarios políticos y apreciaciones históricas.

Deseo, como en cada artículo, Salud. Con la esperanza de que 2017 sea un año en el que recuperemos parte de nuestros derechos arrebatados (si no todos), y que la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad se conviertan en la guía de la Humanidad, comienzo la narración como la dejé en el último punto y aparte.
Salud.