DIOS SALVE A EEUU DE DONALD TRUMP

En Estados Unidos no paran las manifestaciones en contra a la elección de Donald Trump como Presidente del Gobierno. En el país que presume de ser la mayor democracia del planeta (será por la extensión geográfica, digo yo), una buena parte de la población no ha aceptado de buen grado (como buenos demócratas) que el magnate septuagenario lleve las riendas del Estado durante los próximos cuatro años.

No es que esté en contra de esas expresiones populares, al contrario. Pero me choca que todos esos comentaristas de ideología conservadora de nuestro país no se hayan pronunciado en contra de esas manifestaciones, manifiestamente (valga la reiteración) contrarias al resultado de las urnas.

Antes de proseguir con la exposición, tengo que decir que el tal Donald Trump goza de mi máxima repulsa. Un personaje apoyado por el Ku-Klux-Klan, esas organizaciones de extrema derecha de los Estados Unidos de Norteamérica que promueve la xenofobia, la supremacía de la raza blanca, la homofobia y el racismo, no puede gozar de las simpatías de ningún demócrata, a no ser que se comparta los mismos valores que esos repugnantes individuos.

Iba diciendo que las manifestaciones son casi a diario. Me pregunto qué pasaría, qué se comentaría, qué se condenaría en este país nuestro por parte del sector conservador, si esas manifestaciones se produjeran en Venezuela por parte de los seguidores del Presidente Nicolás Maduro por haber perdido las elecciones. Me imagino que en ese caso toda la derecha más mediática de este país nuestro se lanzaría en tropel condenando la falta de espíritu democrático y el “mal perder” de los seguidores del partido socialista de Venezuela.

Pero no hace falta “cruzar el Charco”. Aquí en España el hecho de que el Partido Popular haya sido el partido político más votado en las últimas elecciones, no ha producido el efecto de que la ciudadanía “se eche a la calle”, a pesar de que el PP no goce de la simpatía de la mayoría de la ciudadanía, para exigir que Mariano Rajoy no sea investido Presidente del Gobierno. Nuestro sistema electoral “permite” que el Presidente del Gobierno sea elegido por los Diputados electos. Puede ser elegido un Presidente que represente a cualquier partido político aunque éste no haya sido el más votado. Y ni siquiera este planteamiento en visto con “buenos ojos” por los que manejan todo este tinglado.

Si la ciudadanía española hubiese actuado igual que la norteamericana, aquí se pondría “el grito en el cielo” y se condenaría tales manifestaciones al mismo tiempo que se haría responsable de ellas a los partidos políticos de la izquierda española.

Sin embargo, nadie plantea en EEUU que detrás de las manifestaciones en contra de que Donald Trump sea investido Presidente, esté el Partido Demócrata de Hillari Clinton.

Eso sí, lo que ha conseguido la victoria de Donald Trump no lo ha conseguido la victoria de Mariano Rajoy. Todos coincidimos en que no nos gusta  el personaje, tanto a los derechas como a los de izquierda. Y si alguien le agrada  qué levante la mano.
Salud.