MUJER, NOBEL Y CIENCIAS

Hace unos días un conocido compañero de labores divulgadoras me lo hizo llegar. Se trata del tuit en el que la biotecnóloga y periodista Ángela Bernardo resaltaba una preocupante circunstancia social. Me refiero al hecho de que, de los 11 Premios Nobel 2016 concedidos, ninguno tenía de destinatario a una mujer. Como ella misma expresa, entre las 6 especialidades actuales (Física, Química, Fisiología y Medicina, Economía, Paz y Literatura) hay siete científicos, dos economistas, un político y un músico. Y ninguno de ellos es una mujer. Un hecho este sin duda conocido y más que repetido a lo largo de los últimos dos siglos pero, precisamente por ello, no menos preocupante. Está visto que siempre hay que volver al clásico, nada nuevo bajo el sol. Y para comprobarlo, históricamente ahí están los datos. No hay más que ojearlos. El número de galardonadas con este premio desde su creación en 1901, no solo ha sido inferior al de hombres sino que su cuantía resulta insignificante. Juzguen ustedes si no.

Sólo 49 mujeres frente a 832 hombres. Es decir, sólo un más que significativo, revelador y discriminador 5,59 % de mujeres han recibido el Premio Nobel. Un porcentaje que si lo referimos a las categorías científicas, para más inri, queda reducido a un pírrico 2,96 % de científicas galardonadas. O lo que es lo mismo solo 17 mujeres, 18 premios, frente a 590 hombres. Item plus, a lo largo de este siglo largo de existencia, los hombres se han llevado el 99% de los Nobel de Física, el 98% de los de Química y el 94% de los de Medicina y Fisiología. Vamos que hasta en ciencias hay clases, y por lo que se ve no todas son iguales o por decirlo de otra forma, unas son más iguales que otras. Como si fueran “duras” y otras “blandas”. Unas cifras escandalosas en cualquier caso, se miren como se miren. Desmenuzando disciplinas, premios y nobelesas, de los 18 premios nobel en categorías científicas 2 han sido en Física, 4 en Química y 12 en Fisiología y Medicina. Y de nuevo la idea de que hay ciencias “duras”, ciencias “blandas” y, claro, las mujeres.

¿Cómo pueden ser posibles esas cifras, si las mujeres constituyen la mitad de la humanidad?
Un exiguo número les decía, al que este año del Señor de 2016 con sus 11 premiados, no ha contribuido a aumentar. Y utilizo el término premiados no en su acepción de masculino genérico, sino en el más estricto de género masculino o personas del sexo masculino. Ya saben por dónde voy. Vamos que han sido once hombres y ninguna mujer. 11-0, una derrota por goleada. Por especialidades: Tres hombres químicos. Tres hombres físicos. Un hombre biólogo. Dos hombres economistas. Un hombre político. Un hombre cantante, sí en esta ocasión le ha tocado al de los tiempos están cambiando. Todos ellos hombres. Otro año sin nobelesas.

Y termino como empecé pero con una nota triste. Resulta que debido al tuit en el que denunciaba el agravio nobelero, a la biotecnóloga Ángela Bernardo le han llovido insultos y amenazas en las redes sociales. Aunque retuiteado miles de veces y con miles de “me gusta”, la científica ha recibido también un aluvión de advertencias junto a mensajes machistas y vejatorios. Estamos ante una nueva versión del clásico metafórico, que a la vez es el antañón tipo de falacia lógica ‘ad hominem’. Lo curioso del asunto es que si se bichea por ahí, se encuentra uno con otros tuiteros, quiero decir hombres, que han resaltado igualmente la discriminación pero que, mire usted por donde, no han recibido ningún tipo de agravio ni intimidación. Cuánto menos curioso.

No. No parece que la igualdad de género tenga pinta de llegar, y mucho menos antes que después como vaticinaban algunos. Más bien pienso que todo lo contrario y las estadísticas así lo prueban.

FUENTE: Enroque de ciencia