POLÍTICA Y DIGNIDAD

- La Política, ese noble arte de gobernar, para la obtención del bien común, tiene un lado oscuro. Ese lado tenebroso no pertenece a la esencia de la Política, sino a la condición humana.
- Dignidad y Política van íntimamente unidas, aunque algunos se empeñen en lo contrario.
- Cuando no se tiene discurso político, bien porque se ha perdido o porque, sencillamente, nunca se tuvo, se dirigen ataques a lo personal, el debate se convierte en algo insustancial.
 

Sirvan las tres reflexiones anteriores que hago en voz alta como introducción al artículo de esta semana.

Presentó su dimisión como concejal Jesús Torres Hurtado. No voy a entrar en los pormenores de su renuncia al cargo de concejal ya que son de sobras conocidos. He esperado un tiempo prudencial para pronunciarme al respecto, no como portavoz de Izquierda Unida, sino desde el punto de vista personal. Digo no como portavoz de mi grupo municipal, ya que el propio portavoz del gobierno se pronunció en nombre de los dos partidos políticos que conformamos el gobierno local.

El pecado de mi ex compañero de equipo de gobierno, Jesús Torres Hurtado, fue haber ido en una lista electoral. Es verdad que había cometido una infracción urbanística que, por cierto, no le salió nada barata. Pero, esta falta por la que fue sancionado es la misma por la que tantos roteños  lo han sido. Además, cuando la cometió no tenía en sus planes ir en una lista electoral, estoy convencido de ello.

La España machadiana tiene su reflejo en la sociedad actual. También en la sociedad roteña. “Españolito que vienes al mundo te guarde Dios; una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. No hay más que leer los comentarios cargados de odios y de sinrazón (contra los que la mejor medicina es el ignorarlos), para darse cuenta de la división del personal.
 
Y hago un paréntesis en la redacción de este artículo, aunque bien pudiera seguir el hilo argumental. Se ha recordado estas semanas atrás que hace ochenta años, toda esta canalla de iletrados  acabó con la vida de Federido García Lorca. Al no poder responder con argumentos políticos a sus críticas, lo más fácil para ellos era asesinarlo. ¿Lo mataron por comunista? García Lorca no era comunista. Lo fusilaron porque sus palabras incordiaban. O tal  vez acabaron por su vida porque era una persona feliz. Y ya se sabe que los que no tienen argumentos para replicar se acogen a aquello de “muera la inteligencia”.

 En la España democrática actual existen todavía posos de sinrazón. La falta de espíritu crítico se debe a la falta de educación y preparación. Y estos, desgraciadamente, están a la orden del día.ç

Decía al principio que Política y Dignidad van íntimamente unidas. Con su dimisión, el que ejerciera en la Política durante catorce meses, Jesús Torres Hurtado, ha demostrado una gran dignidad. Algo de lo que, visto lo visto, no todos pueden presumir.
Salud.