En la tarde de ayer, partidos políticos con y sin representación municipal, además de varios colectivos y asociaciones que han mostrado en este tiempo interés por el tema, pudieron conocer de primera mano el proyecto de solución de vertidos del  aliviadero de la calle Écija aunque en realidad, tal y como está planteado, y según el alcalde, Javier Ruiz, es una solución global que también afectará al aliviadero de la plaza Jesús Nazareno y mejorará la capacidad de drenaje de toda la red municipal en el tramo en el que se actuará y que comprende desde la plaza San Roque a la avenida de Sevilla pasando por María Auxiliadora.

El proyecto global supone una inversión total de 5,2 millones de euros, y se dividiría en 4 fases, la primera de las cuales, podría empezar a principios del año 2017 con la construcción de un colector submarino que vendría a solucionar el problema medioambiental del vertido directo de aguas residuales y pluviales al mar tanto por el aliviadero de la calle Écija como por el de la plaza Jesús Nazareno.  Esta fase supondrá una inversión de aproximadamente 2 millones de euros que el Ayuntamiento ya tiene al haber llegado a acuerdo con Aqualia a la que se le prorroga el contrato y a cambio, esta  adelanta el cobro del canon de depuración que cobra mensualmente a los usuarios a razón de 500.000 euros al año. El plazo de ejecución se estima que sea de 8 meses. A partir de ahí, y dado que es una inversión importante, el alcalde adelantó que será necesario buscar colaboración con otras administraciones para completar el proyecto y con ello, la solución definitiva a un problema histórico en la localidad.

 En la presentación pública de ayer, tanto la redactora del proyecto, María Dolores de la Rúa, como el alcalde de Rota, así como el director técnico de Aremsa, Manuel González, dieron detalles técnicos de este proyecto global que en el turno de preguntas, no estuvo exento de críticas por parte de algunos de los grupos presentes.

El alcalde de Rota incidió en que dado que se va a trabajar en zona urbanizada y en el lecho marino, hay dificultades que podrán surgir sobre la marcha para lo que se han hecho catas pertinentes de tierra  y tener controlados los plazos de ejecución. Aún así,  lo más importante será que, una vez finalizado el proyecto completo, los vertidos directos al mar serán en mínimas ocasiones y además, con la construcción de una reja en una arqueta de desbaste, se evitará que por el aliviadero de calle Écija salgan residuos sólidos como se ha podido ver en más de una ocasión cada vez que llueve en Rota dejando una mala imagen en la playa roteña.

"Es un proyecto amplio de unas obras hidráulicas muy importantes para el municipio de cara a los próximos años", indicó el regidor recordando que la mejora prevista en la red municipal del tramo de avenida Sevilla y San Roque permitirá que entre mucho más caudal y que por tanto, sólo sea en contadas ocasiones cuando haya que abrir los aliviaderos de la playa para que el centro de Rota no se inunde.  Los colectores irán desde plaza de San Roque hasta la intersección de la avenida Sevilla con calle Écija, un nuevo colector en avenida Sevilla hasta Virgen del Mar donde está la estación de bombeo y una nueva conducción de desagüe para los vertidos al mar que se espera que con el aumento de capacidad y mejor drenaje, sean los mínimos.

Además, aprovechando las obras que pasarán por la avenida María Auxiliadora, está previsto que se  remodele el tramo que va de San Roque a la intersección con avenida San Fernando para que continúe con un aspecto similar al de la plaza Jesús Nazareno y la propia plaza de San Roque, con menos barreras arquitectónicas y más agradable para el paseo.

Tras la exposición técnica, tanto la redactora del proyecto, como el alcalde de Rota y el director técnico de Aremsa, respondieron a todas y cada una de las dudas que se fueron planteando por el público asistente tanto a nivel técnico como político ya que en alguna ocasión se le recriminó al alcalde que ahora que está en el gobierno, su partido vea con buenos ojos una solución que con el anterior gobierno no apoyó. Una cuestión que Javier Ruiz aclaró que no era exactamente el mismo proyecto, ya que este tiene unas miras más amplias y que en cualquier caso, era la mejor opción de las barajadas para acabar con este problema histórico de vertidos al mar.