MÁS SABE EL LOCO EN SU CASA...

Entiendo al alcalde de Cádiz, José María González Santos (conocido popularmente como Kichi), cuando respalda y apoya  las negociaciones entre la Sociedad Estatal de  Participaciones Industriales (SEPI) y la dirección de Navantia para que los astilleros públicos firmen el contrato  para la construcción de cinco fragatas para Arabia Saudí.

Arabia Saudí es un país donde el respeto a los derechos humanos brilla por su ausencia. La tortura es una práctica habitual, del mismo modo que la pena de muerte. Los condenados a muerte lo pueden ser por decapitación, lapidación, fusilamiento e incluso por crucifixión.

En los derechos de la mujeres, el Estado árabe ha sido caracterizado como un estado de “segregación sexual y apartheid de género”. Las mujeres sufren un sistema tutelar masculino completo, y es de los pocos países donde las mujeres tienen prohibido tener permiso de conducir.

Por supuesto, no se reconoce la libertad religiosa y están prohibidos tanto los sindicatos como los partidos políticos. La prensa sufre una censura que deja “en pañales” a otros Estados dictatoriales. Tanto es así, que algún que otro periodista ha sido condenado a recibir latigazos por sus opiniones.
Ni que decir tiene que los derechos del colectivo LGTBI está totalmente fuera de lugar.

Si José María González no fuese alcalde de Cádiz, es muy probable que se hubiese opuesto a la firma de este convenio. De hecho, sus compañeros allende de Despeñaperros se oponen con vehemencia. Pero “Kichi” es el alcalde de la capital europea del paro. A él le han votado sus conciudadanos para resolver los problemas de su ciudad. Y ni que decir tiene que el, principal problema de Cádiz es el paro.

Ante esta disyuntiva, José María González ha optado por apoyar el contrato (con un país que atenta  contra los derechos humanos) que va a proporcionar carga de trabajo a los astilleros . Y nadie se “ha rasgado las vestiduras” por ello. Me refiero nadie de la izquierda progresista. ¿Ya  hemos olvidado  los discursos en torno al 8 de marzo?
Aquí en Rota, el consejo político de Izquierda Unida ha optado por apoyar al grupo socialista a la hora de prorrogar el contrato con la empresa suministradora de agua, a cambio de solucionar el problema del aliviadero y las  inundaciones de la calle Écija, que se producen cada vez que llueve con cierta intensidad.

En este caso, las críticas recibidas por la parte progresista no son muy amables que digamos.  Las críticas vienen de la  misma parte que no ha afeado al alcalde de la capital su apoyo al contrato con Arabia Saudí Y eso que sólo se ha negociado una prorroga para solucionar un problema que ha sido un debate continuo. Por cierto, algunas de esas críticas parten de individuos que no son ejemplo de nada, precisamente.  
 Seguro que la elección de Kichi la han entendido los gaditanos. Sólo deseo que en Rota, la gran mayoría también entienda la nuestra.
Salud.