¿POR QUÉ LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA?

Acabada la Guerra Civil española, cuyas causas no son motivos de este artículo, el bando ganador, es decir, los golpistas, hicieron todo lo posible por borrar la memoria republicana. Para ello, emplearon el terror entre la población, la persecución de los fieles a la legalidad republicana y la marginación de las familias de los vencidos.
Durante cuarenta largos años se encargaron de inyectar en la población la idea que había llevado a la “santa cruzada”, a levantarse en armas contra la República a la que, ellos mismos, habían jurado fidelidad. Durante cuarenta largos años  sólo fue contada una parte de aquella tragedia. Sólo se enseñaban los actos cometidos por los españoles del otro bando. Actos, sin duda, condenables. Se levantaron monumentos en todas las poblaciones. Eran “la cruz de los caídos”, en memoria  del bando rebelde. La Historia se contó en una sola versión. El vocabulario elegido por el bando fascista se extendió entre la población. Los republicanos eran “los rojos”. Omitieron que la mayoría de los militares permanecieron fieles a la República. Si no hubiese sido así, el golpe de Estado de los militares sublevados no hubiese acabado en una guerra civil. En el colectivo de “los rojos” entraban todos: los del Partido Nacionalista Vasco, los intelectuales de la época (Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca...), los políticos de los partidos republicanos, los militares que habían jurado fidelidad a la República...
Para los fascistas, todos eran “los rojos”.

Por supuesto, esta versión de la Historia, obvió que, los grandes aliados del bando sublevado contra el gobierno republicano, fueron los fascistas italianos y los nazis de la Alemania de Hitler. Y es que, acabada la II Guerra Mundial y destapado el genocidio nazi principalmente contra el Pueblo Judío, no resultaba una buena propaganda para los fascistas españoles vencedores de la guerra civil, que semejantes asesinos contra la Humanidad hubiesen sido sus amigos y colaboradores.

Volviendo al bando de los vencidos en nuestra guerra, los vencedores tomaron todas las medidas posibles por borrar de la memoria colectiva los crímenes cometidos contra los españolas vencidos. Los cuerpos de los fusilados fueron enterrados en fosas comunes para que sus familiares no les encontrasen, las ejecuciones se llevaban a cabo sin juicio previo, los familiares de los asesinados fueron marginados....
Esta parte de la Historia, la que se ocultó durante cuarenta años, ni siquiera fue recuperada durante nuestra transición democrática.

Hubo que esperar hasta la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en el año 2007 durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Esta ley es criticada por una parte de la población española y, por supuesto, también de Rota. Algunos la denominan despectivamente como la Ley de la “desmemoria” histórica. No resulta demasiado complicado adivinar en qué bando se posicionarían estos personajes si hubiesen vivido en aquella época. Ignoro el interés que tienen algunos en que no se conozca nuestra Historia desde todos los ángulos. Ignoro si entre sus familiares fallecidos se encuentran algunos que fueron verdugos en tan negra etapa, y tratan de “anestesiar” la memoria de éstos.
La Ley de Memoria Histórica sólo busca  la reparación de los derechos de los que fueron perseguidos y violentados. Las familias de los asesinados, sólo desean encontrar los restos de sus familiares para darles una sepultura digna.

Una vez recuperada la Memoria, se convertirá en Historia, en esa parte de la Historia que se ha tratado de ocultar durante más de setenta años.

Como soy consciente de que a muchos les “pone” este tipo de artículos, prometo seguir hablando del tema. A propósito, ¿han oído hablar alguna vez de “los leones de Rota”? No, no se trata del nombre de un antiguo equipo de fútbol local. Bueno, ya les contaré.
Salud.