ENTIERROS DIVERSOS

Sin duda, la noticia del pasado domingo fue el apagón que estropeó el sábado de Carnaval previo al “entierro del jamón”. Antes, a este final se le denominaba el “entierro de la sardina”. Bueno, se le sigue llamando así. Aunque, bien pensado, lo de enterrar al jamón concuerda más con el período cuaresmal que sucede al “desenfreno” carnavalesco. Al fin y al cabo, en la cultura popular, la Cuaresma viene asociada al ayuno y a la abstinencia en el consumo de carne. En todo caso, al final de la fiesta de Carnaval habría que “resucitar” a la sardina como alimento contrapuesto a la carne.

Alguien que parece haber “enterrado” su vida pública es Esperanza Aguirre. Así lo anunciaba ella misma el pasado, desapacible y ventoso domingo. Ante los casos continuados de corrupción, renuncia a presidir el PP madrileño. Los hay que, aprovechando la ocasión, han pedido que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, haga lo propio y anuncie su retiro.
Los del PP valenciano, los casos de corrupción del PP valenciano quiero decir, se están encargando de “enterrar” a su partido.

No se sabe a ciencia cierta si se repetirán las elecciones por primera vez desde que la democracia nos situó en “la órbita europea”. Estamos viviendo nuevos tiempos en el que el bipartidismo, que parecía asentado en este país nuestro, ha cimbreado por mor de la incapacidad de los grandes partidos políticos en atajar los casos de corrupción aparecidos dentro de sus aparatos. No sólo por esto, también por los movimientos ciudadanos que exigían una mayor participación política y una mayor transparencia en la gestión de los gobernantes.

Hace algunos años, algunos pronosticaron “el entierro de las ideologías”. Se equivocaron. El “paraíso” resultó no ser eterno y “el tablero del ajedrez de la vida” colocó a los peones, otra vez, en el frente de la batalla de la crisis. Los peones volvían a “ser sacrificados”, como siempre, para defender a la pieza más preciada. Créanme, en esta ocasión no lo he dicho en clave republicana. Bueno, continúo. Las ideologías no estaban “enterradas”.  Nunca lo estuvieron. Fíjense si no en el retorno del vocabulario en bocas del líder de Podemos. Si meses antes hablaba de que no se trataba de derechas ni de izquierdas, sino de “los de arriba” y de “los de abajo”, ahora le escuchamos decir, dirigiéndose a Pedro Sánchez, que tiene que elegir de compañero de gobierno entre un partido de derechas (en referencia a Ciudadanos) o uno de izquierda (en referencia a Podemos). Al final, resulta que un alto porcentaje de “los de abajo” votan al PP. Por eso sigue siendo el partido más votado. Porque es difícil pensar que en este país nuestro haya tanta gente que pertenezca a “los de arriba”.  

Salud.