Defender el Carnaval para alguien que lleva desde los 14 años disfrutando de esta fiesta no debería ser una tarea difícil, sin embargo, convencer de las virtudes que entraña la celebración más conocida del mes de febrero no es cosa fácil si el alegato  debe hacerse ante un juez. La cosa es más seria, pero ser abogado y carnavalero son dos virtudes que en la noche de ayer, jugaron a favor de Juan José Faya Jiménez que este año era el encargado de dar inicio oficial al Carnaval 2016. Una responsabilidad que entraña nervios y mucha emoción, pero que, rodeado de amigos, viejos compañeros de chirigota y comparsa, ayudaron al pregonero a hilar una defensa de esta fiesta que destaca por ser cultura y arte. Una fiesta que se vive en la calle, cada uno como quiere, que incita a la imaginación, a inventar letras, música, coplas y en definitiva, a transmitir emociones. El Carnaval no es una fiesta sin más, es un modo de vida, una forma de pensar, y así lo quiso transmitir ayer el comparsista carnavalero que, estrenando ubicación en la plaza de España, interpretó el papel de un letrado que se atrevió ante su Señoría a no callar razones por las que defender una fiesta que desde niño ha vivido con intensidad y desde diferentes perspectivas.

Juan José Faya Jiménez alzó la mano ante un juez que aparecía en el escenario de la céntrica plaza llena de aficionados, enumerando las cosas más negativas de esta fiesta. El pregonero pidió la venia y con ella, intentó contrarrestar los argumentos del magistrado.  Empezó por un repaso a los carnavaleros de siempre, los que en muchas ocasiones y cada Carnaval son recordados por los aficionados, aquellos que hoy ya no están presentes en cuerpo cada febrero, pero sí en alma. Roteños que enseñaron una forma de vivir tras máscaras y peñas que ayudaron a que pese en momentos complicados, la libertad de salir a la calle con críticas y sátira no quedara oculta. 

El pregonero fue desarrollando un alegato a favor y en defensa del Carnaval tocando argumentos que acabarían al final del juicio, dándole la razón. La fiesta de Don Carnal es cultura, música, imaginación, diseño, arte y compás. Desde que tenía 14 años y se subió por primera vez a las tablas del Gran Teatro Falla de Cádiz para participar con su agrupación, Juan José Faya ha tenido larga trayectoria. Ha sido comparsista junto a José María Puyana, y luego como miembro de la chirigota de Pedro Pablo Santamaría; ambas estuvieron anoche muy presente y le valió para continuar su alegato en defensa de estas dos modalidades. A las dos las subió al escenario para reforzar sus argumentos y con las dos disfrutó de la amistad forjada entre ensayo y ensayo. La comparsa es poesía hecha música, decía, y la chirigota desparpajo. Se siente cómodo en el papel de comparsista,  y en el de chirigotero, ya le recordó Jesús Domínguez Barba, -miembro de su chirigota y homenajeado anoche-, que mejor se pusiera en segunda fila.

Como viene siendo habitual en los últimos años, los pregoneros del Carnaval optan por un pregón coral, donde el protagonismo que asume aceptando la invitación de pregonar, se convierte en una excusa para compartir sobre el escenario un momento tan especial con compañeros de batalla. Ayer, Juan José Faya lo hizo junto a "Los tiburones", comparsa de la que formó parte durante algunos años, y posteriormente, con la chirigota de Pedro Pablo Santamaría con la que estuvo 15 años. No olvidó rendir homenaje al Cuarteto de Rota, al Cañas, al Guti, a "Mercedes la de los grifos", al coro de Antoñín, a la peña "La Media Luna" o a la Peña Carnavalesca para que en su alegato estuviera reflejado el pasado y el presente del Carnaval roteño. Para el final dejó el futuro, y para ello, tiró de la cantera, los niños y la labor que se hace desde hace unos años por parte de las AMPAS implicando a los padres y alumnos de los centros educativos que dan vida a la Gran Cabalgata del Humor. Pionero fue el colegio Luis Ponce de León y tras él, Azorín, Pedro Antonio de Alarcón, las Salesianas,  Eduardo Lobillo,  San José de Calasanz o el "Pili Varo". Los Salesianos estuvieron y hoy no lo están, pero el pregonero los invitó a volver porque sabe que los niños son el futuro de la fiesta. Con ellos, pese a ser un carnavalero de larga trayectoria, es como está viviendo sus últimos carnavales, con el AMPA del colegio de sus hijos a los que dedicó sus mejores consejos: el respeto por las coplas, el no al uso del insulto,  a las palabras de mal gusto, a las críticas, a la prepotencia, y el sí a la diversión, al ingenio, al arte y al compañerismo. Fueron sus recomendaciones.

Juan José Faya inició ayer con su pregón "el principio de una historia que empieza hoy" y que cada uno debe escribir como mejor sepa. Su invitación fue la de salir a la calle en este Carnaval y, disfrazado o no, disfrutar de lo que proporciona esta fiesta. Él, rodeado de la joven cantera, anunció que su pregón terminaba,  que su alegato en defensa del Carnaval ante el juez concluía y que defendía la inocencia de una fiesta con la que cada año sueña. 

A todos los presentes lo animó a conquistar la calle "porque este es nuestro reino, el reino donde nacen y vuelan nuestros sueños". Arropado por sus compañeros de agrupación, y tras recibir de manos del alcalde, Javier Ruiz Arana, un recuerdo como pregonero realizado por el imaginero Miguel Ángel Caballero, Juan José Faya decía adiós a su pregón y daba la bienvenida al Carnaval 2016 entre papelillos y aplausos de un público que se puso en pie.

La plaza de España fue este año el escenario desde el que arrancó oficialmente la fiesta de Don Carnal, estuvo llena desde primera hora de la noche, y rebosó con la actuación de la chirigota de José A. Vera Luque, "Los polvos egipcios" que han conseguido en el Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz el segundo premio de su modalidad. Los aficionados disfrutaron de esta actuación que no fue la única ya que este año como novedad  también se rindió homenaje a la chirigota femenina de Luisa López Porras y al carnavalero Jesús Domínguez Barba que se animaron al principio del acto a actuar tras recibir el reconocimiento del Ayuntamiento de Rota por sus trayectorias y participación activa en esta fiesta.