La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota acudió ayer domingo a la aldea almonteña para reencontrarse con la Blanca Paloma en su ermita donde a las once de la mañana se celebró la misa oficial que cada año está incluida en el calendario de peregrinaciones. Una jornada de convivencia a la que acudieron en torno a unas 150 personas entre las que se encontraban los rocieros que decidieron acudir a la Casa Hermandad en la aldea de El Rocío haciendo el camino a pie, partiendo desde Rota el sábado, y otros que acudieron en vehículos para estar presentes en esta misa que para los rocieros tiene mucho significado y que sirve de reencuentro. Entre los asistentes, como cada año, el grupo de niños de la Asociación de Discapacitados volvió a estar presente siendo la hermandad roteña que ahora preside el hermano mayor Francisco Gómez "Suspiro", la anfitriona en su Casa Hermandad donde se vivieron momentos de fraternidad.

También representantes municipales del Ayuntamiento de Rota quisieron arropar a los rocieros roteños en esta peregrinación con el alcalde, Javier Ruiz, a la cabeza, a quien se le impuso la medalla de la hermandad,  acompañado por el teniente de alcalde, Daniel Manrique de Lara y la delegada de Fiestas, Laura Almisas.  Es habitual que miembros del gobierno local acudan con la hermandad a la misa oficial que se celebra tras la romería del Rocío como ya se ha hecho en otras ocasiones.

La Hermandad del Rocío de Rota con su Simpecado partía desde la Casa Hermandad hasta la ermita donde a las once de la mañana celebraron su misa y tras ella, la convivencia con todos los roteños que quisieron  acercarse hasta la aldea almonteña.