ELECCIONES IMPREVISTAS

La Candidatura de Unidad Popular (la CUP) ha decidido que no va a apoyar la candidatura de Artur Mas para presidir la Generalitat de Cataluña. Ello conlleva la celebración de  nuevas elecciones en Cataluña en los próximos meses. De momento, el plan soberanista ideado queda aparcado. Los componentes de las diferentes asambleas de la CUP han sopesado si les merece la pena para su proyecto independentista unirse a la derecha neoliberal  catalana, salpicada además por casos notables de corrupción de honorables miembros, o que hayan nuevamente elecciones y retomar el proceso independentista con otros compañeros de viaje.

Algunos han visto aliviada una situación que corría por derroteros espinosos. Espinosos, según ellos. Si, como se prevé, habrá elecciones anticipadas también a  nivel nacional, el pulso soberanista ante un gobierno provisional sería todo un reto. Momentáneamente la tesis de los partidos catalanes que apuestan por el proceso secesionista entra en hibernación. Un problema menos, pensará alguno, aunque sólo sea por tiempo limitado.

En otro estadio, en el nacional, la situación que ha dejado el resultado electoral del pasado 20 de diciembre augura una nueva etapa dentro de nuestra democracia. El Pueblo habló y su respuesta fue la que fue. Es la esencia de la democracia. El PP es el partido que ganó las elecciones, pero no consigue el apoyo de otras fuerzas políticas (al menos a la hora de la redacción de este artículo no la ha conseguido), por lo que, de momento, los votos en contra de su investidura superan en número hasta a las abstenciones. Ciudadanos en este caso intenta hacer de mediador.

Al que le ha tocado “bailar con la más fea” es al PSOE. Por una parte, sus votantes no entenderían su apoyo, aunque sea con la abstención, a la investidura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. Cuando digo sus votantes, no me refiero a la totalidad de sus votantes aunque sí a un gran número de ellos. Por otra parte, tampoco puede “echarse en los brazos” de Podemos para conseguir el Gobierno de la Nación. Creo que ni pueden ni quieren. La línea roja marcada de la celebración de un referéndum en Cataluña por parte de Podemos le viene bien al PSOE para “no caer en la tentación” de pactar con su líder Pablo Iglesias.

La legislatura será más corta de lo previsto, ya que puede ni siquiera “nacer” como tal. Nuevas elecciones parece lo más probable. Dicen que no es lo más oportuno. También dicen, los mismos que ven inoportuno la celebración de nuevos comicios, que un pacto del PSOE con los partidos radicales sería una mala noticia para la Economía del país. Cuando se refieren a la Economía del país no se refieren a que sea malo para los ciudadanos de este país. Qué para estos, la Economía es una cosa y los ciudadanos es otra.

El nuevo año parece que viene con propuestas de elecciones. Elecciones imprevistas, eso sí.
Salud.