Los estudiantes de la promoción de 1970-78 del colegio Nuestra Señora del Rosario de Rota llevan varios años reuniéndose como antiguos alumnos disfrutando de una convivencia que les permite no romper definitivamente los lazos que les unieron en su época escolar.

Hace poco, el pasado 21 de marzo de este 2015, mantuvieron la cuarta quedada de los últimos 20 años donde disfrutaron de un almuerzo todos juntos. Lo que empezó como una inquietud de uno de los alumnos, se ha convertido en toda una tradición por parte de estos roteños que en su mayoría -ya que de 45 que eran en clases consiguen verse cada año unos 30-,  acuden ilusionados y encantados de compartir sus experiencias vitales tras más de tres décadas.

Teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías y redes sociales que tanto facilitan ahora encontrar y localizar a una persona no estaban tan de moda hace unos años, fue a través de de uno de los alumnos, Armando Hermida, como surgió todo. Según cuenta a Rotaaldia.com, pidió en el colegio un listado oficial de alumnos de aquel curso para ir localizando a la mayoría y el objetivo se consiguió. Cuatro convivencias han sido posibles en estos 20 años para recordar viejos tiempos y vivir otros nuevos. La realidad es que poner de acuerdo a todos los alumnos es tarea harto complicada, por eso, se espacian mucho en el tiempo. La primera fue en 1996, le siguió  otra en 2005, la tercera en 2010 y esta última en marzo de 2015.

Este mismo grupo de alumnos, ya veterano, decidió que cada vez que se reunieran invitarían a un profesor de su etapa académica en EGB. El primero fue D. Alfonso Pérez en noviembre de 1996, tutor de 8º de EGB  y con el que el grupo de estudiantes, fue de excursión a Palma de Mallorca; el segundo fue D. Javier Sotillo, tutor de 5º EGB en enero de 2005; la tercera la señorita Enriqueta Sánchez (Kety) en febrero de 2010, quien fue profesora de este alumnado en parbulitos; y la cuarta tuvo como invitado a D. Enrique, profesor de  4º EGB el pasado 21 de marzo de 2015.

Esta es sólo una muestra de otras tantas quedadas que hacen antiguos alumnos que, movidos por la nostalgia, las ganas de reencontrarse con compañeros de pupitre y las satisfacciones que da volverse a ver las caras y ponerse al día, hacen otras tantas promociones. Una buena fórmula para no olvidar los años mozos y ser conscientes de cómo pasa el tiempo.