Antonio Franco
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LA QUE SE AVECINA
No se puede hablar de “divorcio” político, porque nunca existió un “matrimonio” político. Las diferencias ideológicas entre PSOE e Izquierda Unida siempre han estado bastante marcadas. No así entre las bases de unos y de otros. De ahí que desde Izquierda Unida se prefieran pactos con el PSOE que con el PP, aunque muchos militantes de Izquierda Unida consideren que ambas formaciones políticas, PP y PSOE, son muy parecidas. Yo he abogado siempre por el pacto de gobierno en la Junta de Andalucía. Pero también he sostenido que si el PSOE tuviese la opción de elegir entre Izquierda Unida y otro partido político como socio para formar gobierno, elegiría a la otra opción. Izquierda Unida es un socio leal, pero incómodo. A la vista está. El tiempo siempre quita y da razones. Desde otras formaciones políticas, y dentro del seno de la propia IU, se ha recurrido al axioma de “agarrarse al sillón” para atacar el pacto de gobierno que ha funcionado hasta ahora. Queda claro que lo de “agarrarse al sillón” no va con IU, dada la incomodidad que supone a la hora de formar gobierno. Si alguien quiere mantener el cargo, por encima de todo, actúa de una manera dócil para no romperlo.
No voy a entrar, aunque pudiera hacerlo, en el análisis de la ruptura del pacto de gobierno anunciado por la presidenta de la Junta de Andalucía, la pasada semana. Voy a analizarlo desde el punto de vista de nuestra formación política local. La ruptura del pacto significa que ya no podremos atender con soluciones posibles desde nuestra sede a esas familias sobre las que pesa una orden de desahucio. El sólo hecho de haber solucionado lo traumático que un desahucio puede suponer a algunas familias de Rota ya merece haber formado parte del gobierno de la Junta de Andalucía.
¿Qué va a pasar a partir de los resultados de las próximas elecciones autonómicas del mes de marzo? Si hacemos caso a las encuestas publicadas hasta ahora, nada parece indicar que algún partido político vaya a obtener mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. Sólo se “prevé” un mayor porcentaje de votos entre el PSOE en detrimento del PP, pero sin alcanzar, ya digo, mayoría suficiente. Todo hace indicar que hará falta un pacto de legislatura. En este punto, no sería acertado repetir la experiencia que ha supuesto un gobierno bipartito de PSOE- IU. Si se convocan elecciones por razones de “incomodidades”, no es lógico volver al mismo punto. Los andaluces no lo entenderían, me parece. Resulta del todo incongruente haber aprobado unos presupuestos para el año en curso, romper el pacto de gobierno que ha aprobado esos presupuestos y volver a pactar unos meses después. ¿Qué va a pasar a partir de los resultados de las próximas elecciones autonómicas del mes de marzo? No tengo ni idea. Otros actores parecen que pueden entrar en la contienda. Me refiero a PODEMOS y a UPyD. El escenario político puede ser, pues, más diverso. Las “matemáticas políticas” son asunto de los analistas. De todas formas, desde mi óptica personal, creo que el que ha perdido con la ruptura del pacto es el Pueblo andaluz. Lo digo, no ya como militante de IU, sino como ciudadano de a pie.
Salud.












TANO MONTA | Jueves, 05 de Febrero de 2015 a las 20:41:49 horas
Es que el PSOE está poco acostumbrado a gobernar como quieren las bases del partido. Han cambiado los tiempos y hay que escuchar lo que opina esas bases. Y cuando se lleva el apellido "socialista" eso tiene que pesar mucho. La realidad es que se han convertido en un partido de clase media, centrista y la S y la O les pesa demasiado.
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