POPULISTAS Y DEMAGOGOS

Dicen que la palabra “estrella” del pasado 2014 fue Selfi, así, tal como suena en castellano (o es serfi?). Ya saben, eso de autofotografiarse con la cámara del teléfono móvil.

Posiblemente sea cierto. Pero mucho me da que los vocablos que más se utilizarán en este 2015 que acabamos de estrenar, serán Populistas y Demagogos, así, en plural. De hecho, ya han rivalizado con el mencionado Selfi durante los últimos meses. Sobre todo ha sido utilizado por el sector de la derecha ideológica y, tímidamente (aunque también) por algunos destacados dirigentes socialistas. Cuando digo socialistas me estoy refiriendo al PSOE. Creo que lo habrán entendido. En fin.

Ambos conceptos ya lo han incorporado a sus discursos habituales hasta los más “humildes” de los concejales del Partido Popular.

Cuando se utiliza un determinado término se debe hacer desde el conocimiento semántico. Populista tiene sinónimos como vulgar, tosco, ordinario, plebeyo, popular... Si dirigimos nuestra atención al último de sus posibles significados (popular), populista viene también a significar algo o alguien: sencillo, común, habitual, normal... hasta folclórico, si se quiere. Entonces, me pregunto, cuándo algún político de la derecha ideológica se refiere a alguien como populista, qué quiere decir realmente de él. ¿Una persona populista es alguien vulgar? ¿Es una persona ordinaria? ¿Es un plebeyo? Y si es un plebeyo ( de la plebe=pueblo), el que así lo acusa ¿qué es? ¿un patricio?.

El significado “político” del término es, desde luego, peyorativo. Puede ser que el concejal de PP que utiliza esta palabra para dirigirse a alguien, en el fondo, no sepa lo que quiere decir, pero está convencido de que, desde luego, no le está echando un piropo a su receptor. Cuando se expresa de ese modo, no está pensando en la popularidad del otro, ni en que este sea una persona sencilla. Se trata de aplicar el axioma de “sus mayores”. Y, sin duda, populista es una buena manera de definir a su contrincante.

Para redondear el mensaje se acompaña el término con otro, para culminar la contundencia. “Ustedes son populistas y demagogos”, suelen aplicar.

El vocablo demagogo proviene del término demagogia. Y esta viene a significar una estrategia utilizada para conseguir el poder político apelando a los prejuicios, miedos, esperanzas y emociones de los ciudadanos para ganar apoyos, normalmente usando la retórica y la propaganda. Llegado a esta conclusión, me pregunto si no son los dirigentes del Partido Popular unos demagogos. Han jugado con las esperanzas y las emociones de la ciudadanía que le votó para, finalmente, hacer todo lo contrario que prometieron con su retórica y sus propagandas.

De momento , no parece que esta forma de dirigirse a sus contrincantes políticos les esté dando resultados, si se analiza las encuestas sobre la intención de votos publicadas hasta ahora. Tendrán que utilizar una nueva estrategia. De hecho, ya empiezan a utilizarla. Desde que en Grecia se convocaron elecciones generales y las encuestas que se barajan son de un cambio político-económico en un sentido contrario al que han dirigido hasta ahora desde la troika, la palabra que están utilizando es Peligro y lo que tratan es  inyectar el Miedo a la ciudadanía.

Hasta ahora niegan una y otra vez que el “caso griego” pueda ser extrapolable a España, porque las circunstancias económicas entre  nuestro país y Grecia no son las mismas. El caso es, desde mi punto de vista, que el cambio político que se aventura en España viene condicionado, no sólo por circunstancias económicas, también por los casos de corrupciones que salpican a muchos políticos mientras que el paro no baja, los recortes se mantienen, los salarios se congelan, los derechos se coartan... y los políticos, que sostienen el sistema, se mantienen al margen de los problemas de la ciudadanía y “miran hacia Alemania” para que les siga marcando el camino.

Hará falta algo más que denominar como populistas y demagogos a los que van a propiciar que la situación revierta en otras políticas. Al tiempo.
Salud.