Calle Charco, con Antonio Franco
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EL MUNDO EN B
El terreno de las ilegalidades no tiene color. Bueno, al menos no se le asigna un color. Tiempo atrás, las contabilidades no declaradas eran denominadas como refugio de “dinero negro”. En las empresas que empleaban métodos para no declarar las cantidades totales de ventas o servicios, y, por ende, de beneficios, existía la de nominada caja negra o caja B. Finalmente prevaleció lo de B, ya que podría dar a confusión lo de “caja negra” por aquello del localizador de los aviones. La caja oscura cambió de nombre, pero no así su contenido, que siguió conocido como dinero negro.
Parece que “lo de negro” resulta de mal augurio y ya estamos familiarizados con la denominación de B. Además, algunos podrían encontrar en ello hasta tintes racistas. Todos sabemos a que se refieren con eso de la contabilidad B.
Desconozco si a los beneficios legales se les denomina A porque es la letra con la comienza la palabra Auténtico, y la designación de B hace referencia al vocablo Blanqueo. Puede que rebuscando en la red aparezca el origen de ambas calificaciones. Pero no estoy por la labor.
Desde luego, soy de la opinión que lo de B, puede resultar menos traumático al oído. Los sonidos son a veces más dañinos que los hechos. Curioso.
Se podría asignar al mundo de lo “ilegal y amoral”, la denominación B para todos los casos. Así, si un señor tiene una amante, podríamos decir que tiene una amiga B. Si le “pone” un pisito a su amiga B, el inmueble pasaría a ser una casa B. Podría ocurrir que sea una señora la que tenga un amante. En este caso todo lo anterior es igualmente aplicable.
Si a los gobernantes, del ámbito que sea (nacional, autonómico o local) se les pilla con las manos en la masa, se podría decir que son personajes B, en lugar de designarlos como unos golfos y mangantes. Las sentencias condenatorias vendrían a ser: inhabilitación durante X años por actuar según los parámetros del mundo en B.
En el terreno de las drogas ocurriría otro tanto. Como existen drogas legalizadas, que pagan incluso sus impuestos ( tabaco y alcohol) y drogas ilegales, en lugar de hablar de tráfico de estupefacientes, se podría hablar de drogas A y drogas B.
La economía sumergida, esa que curiosamente sirve para mantener a flote a muchas familias, formaría parte del mundo B. Esto no sería justo porque situar en el mismo mundo B a estas familias que a los personajes como Jordi Puyol, Luís Bárcenas y a la pandilla de golfos de las tarjetas de Caja Madrid, restaría culpabilidad a los B de chaqueta y corbata.
Por cierto, me acaban de soplar un apunte. Lo de B puede hacer referencia a la palabra inglesa “black” que quiere decir “negro”. Si es así, lo de negro se ha mantenido todo este tiempo, sólo que nos estamos aglosajonizando también para estos asuntos. Y yo sin enterarme.
Salud.












Montesquieu | Jueves, 16 de Octubre de 2014 a las 18:01:42 horas
Lamento informar que en contabilidad: la tesorería dispone de una caja A que sí forma parte del balance y una caja B extracontable. Por tanto la caja B queda fuera del control de la Hacienda Publica, o lo que es lo mismo, igual que pasa con el dinero negro, ya que es un dinero no declarado y por tanto negro. Recordemos que en las cajas se refleja dinero.
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