Las fiestas patronales en honor  a Nuestra Señora del Rosario concluyeron ayer por la noche con la recogida de la virgen tras su salida procesional que comenzaba a las seis y media de la tarde. La festividad del 7 de octubre volvió a llenar, un año más, las calles de la localidad con la salida anual de un amplio cortejo que arropó a la alcaldesa honoraria de la villa durante las más de cuatro horas que procesionó por el casco antiguo. Fue el broche de oro a unos festejos locales que comenzaron el pasado 28 de septiembre con el LXVII Pregón del Rosario, y que continuó con la programación lúdica que ha marcado las jornadas del 3 al 7 de octubre.

Nuestra Señora del Rosario salía de la parroquia de Nuestra Señora de la O puntual tras haberse acercado a la capilla del Nazareno para tener un detalle con la titular, Nuestra Señora de la Amargura, que cumple 50 años desde la bendición de su talla. Tras este gesto, la virgen salía de la parroquia precedida de un cortejo en el que estuvieron representadas las asociaciones parroquiales, las archicofradías de María Auxiliadora, todas las hermandades de penitencia y gloria, que procesionaron en orden de antigüedad, además de mujeres de mantilla entre las que estaban las  25 damas del Rosario.  Autoridades civiles y militares, con representantes de la Base Naval, de la Policía  y Guardia Civil, así como miembros del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, precedían a la patrona que iba escoltada por dos agentes de la Benemérita, tradición que se recuperó hace unos años.

Tras el paso que cargaron entre 45 costaleros que fueron turnándose al mando del capataz Manuel García, seguían miembros de la Corporación municipal que procesionaron bajo maza, y la banda municipal de música "Maestro Enrique Galán" que cerraba el cortejo interpretando a lo largo del recorrido las diferentes marchas procesionales.

En todo momento la patrona estuvo acompañada de roteños y turistas en el día de su festividad que pese a todo, tuvo poco movimiento en el hueco de la mañana. La realidad es que la gran afluencia de público se produjo una vez la virgen estaba en la calle.

Nuestra Señora del Rosario vivió ayer momentos históricos como su entrada en la capilla de San Roque para visitar a los titulares de la Hermandad de la Veracruz que este año celebra el 75 aniversario de su reorganización. Con motivo de tal efemérides, la junta de gobierno de la Hermandad del Rosario decidió que en su salida procesional, la patrona se adentraría en esta ermita. Fue sobre las nueve de la noche cuando la cuadrilla de costaleros llegaba a este punto de su recorrido y se vivieron estos momentos únicos.

Con la virgen de las Angustias, el Cristo de la Veracruz y el San Juan a pie de altar, el paso del Rosario se puso de cara a ellos y el hermano mayor del Rosario, Juan Antonio Díaz Romero, hizo entrega de una medalla de oro de la patrona depositándola a los pies del crucificado. Posteriormente, y para dejar constancia de este momento que pasará a los anales de la historia de las dos hermandades, el hermano mayor firmó en el libro de honor. Tras el rezo de una salve, y el intercambio de palabras de agradecimiento por este detalle, la patrona volvía a salir de San Roque para enfilar el último tramo de su salida procesional. En esos metros, a su paso por la capilla de la Caridad, también la Hermandad del Rosario tuvo un gesto con Nuestro Padre Jesús de la Salud, cuya talla cumple 50 años desde su bendición, dejando  otra medalla de oro de la patrona al Cristo.

Nuestra Señora del Rosario concluyó su itinerario previsto y desde anoche ya está en su capilla. Los roteños la acompañaron un año más en su cita anual y apuraron hasta la medianoche despidiendo una jornada festiva que en esta ocasión, y continuando con los recortes debido a la crisis, no tuvo los fuegos artificiales de mejores épocas.