EL EXPEDIENTE PICASSO

Puede que resulte un tanto aburrido comentar sobre la Historia de este país nuestro en un artículo de opinión. O, no tanto. Cuando algún articulista saca a relucir temas de la República, de la Guerra Civil o del período de la Dictadura, saltan los asiduos comentaristas defensores de la Corona, los republicanos más convencidos e incluso los que se dejan llevar por la corriente de las circunstancias; los circunstancialistas que diría Felipe González.

Pero el asunto histórico elegido es anterior al periodo republicano, a la guerra civil y a la posterior dictadura que nos condenó durante cuarenta años a un atraso europeo y que nos privó de la libertad de expresión, del destape (aunque este llegó antes merced a las nietas de los de Ikea) y otros “libertinajes” (válgame Dios) del que disfrutaban nuestros vecinos de la Unión Europea desde hacía ya bastante tiempo.

¿Han oído hablar del “Expediente Picasso”? Resulta que allá por 1921 España estaba inmersa en una guerra en Marruecos. La batalla de Anual, ha pasado a los libros de Historia como uno de los desastres más clamorosos del ejército español. Sobre todo más sangriento. Los historiadores no se ponen de acuerdo en la cantidad de españolitos que allí, en aquella batalla, dejaron sus vidas. Se habla de más de 13.000 muertos. Estamos hablando de soldados de reemplazo.  Ante tamaño desastre, el Congreso envía al general Picasso a investigar los hechos acaecidos. Pero al general Picasso se le prohibió investigar la actuación de los mandos, sólo podía investigar la de los subalternos. A pesar de la prohibición, Picasso siguió investigando todo aquello que consideró de importancia para el análisis y posterior informe de lo allí acontecido. Y, finalmente, presentó dicho informe al Congreso de los Diputados. En agosto de 1923, el general Berenguer, al parecer directamente implicado en el desastre, se escudó en su condición de Diputado para no declarar. La prensa de la época iba filtrando noticias sobre el caso y la opinión pública cada vez estaba más indignada. Se comentaba que el propio rey, Alfonso XIII, tenía responsabilidades en el caso. Se creó una Comisión para analizar los hechos, pero no se llegó a reunir, porque el 13 de septiembre el General Primo de Rivera, con la complacencia o la orden del propio rey de España, daba un golpe Estado instaurando una dictadura en nuestro país. El expediente se pensó que había sido destruido por la dictadura, pero no fue así. Vio la luz en la Segunda República, en 1931.

Aquel Golpe de Estado salvó al rey de su posible implicación en los hechos. ¿Una casualidad o una reacción ante el acoso tanto de los medios, como del propio Congreso? ¿Se pueden extrapolar los hechos salvando las comparaciones históricas a la abdicación de Juan Carlos I? A Alfonso XIII ya no lo querían ni los propios monárquicos. Eso sin entrar en sus escarceos amorosos (en esto sí que parece que hay cierto parecido). Nueve años después, la Segunda República se instauró en España. Ni siquiera hubo que votar la Constitución de 1931. El rey abandonó el país. Más bien asustado por los acontecimientos y ¿por qué tenía que dar cuenta de su implicación en hechos como el recogido en el Expediente Picasso?
Salud.