Rota ha pasado de contar con cuatro agencias de viaje a tener sólo dos. Las ventas han caído en un 40 por ciento

El verano es sin duda la época del año que muchos eligen para viajar al coincidir con las vacaciones estivales. Hasta ahora, planear el viaje, buscar el destino y ahorrar durante todo el año para pasar unos días que nos hagan desconectar de la rutina diaria era lo normal en las fechas, pero este año, estamos en crisis y eso, lo cambia todo. Los bolsillos no están para mucho gasto y menos para viajes. Por eso, este verano está siendo para las agencias el peor de los vividos en las últimas décadas.

El ejemplo más ilustrativo de cómo está el panorama nos lo presenta el cierre de agencias de viajes. Rota ha pasado de contar con cuatro agencias durante el verano pasado a tener tan solo dos que a día de hoy, aguantan el tirón como pueden. Es significativo que en pleno mes de julio por ejemplo, Viajes Marsans haya echado el cerrojo. Y es que según nos cuentan desde Viajes Difrán, "es el peor verano en años". Esta agencia que abrió sus puertas en 1987, asegura que jamás ha conocido unos meses estivales tan flojos como éstos. "Lo único que se ha vendido bien ha sido el puente del 15 de agosto donde los hoteles de la costa han estado al cien por cien de ocupación, por lo demás, nada". Los destinos internacionales han caído en picado y gente que antes iba 8 ó 10 días a un circuito por Europa apuestan este año por un todo incluido que ronde los 700 ó 1.000 euros para el clásico matrimonio con dos hijos".

Según Francisco Sánchez, propietario de Viajes Difrán, este verano lo que prima es la playa y el todo incluido. La caída de las ventas ronda el 40 por ciento con respecto al año pasado y quienes más lo han sufrido han sido zonas de costa como Rota donde la gente puede disfrutar de vacaciones en la playa sin moverse de casa. La situación no empeora tanto en lugares de interior ya que hay zonas como Jerez en los que la caída ha sido solo del 20 por ciento. "La gente que no tiene playa cerca se quita de lo que sea, prefieren comer pan y agua durante una semana antes que no poder pisar la playa" aunque aún así, el panorama no es demasiado halagüeño.

En cuanto a los destinos vacacionales, la costa es la prioridad seguido de las islas Canarias, Baleares o circuitos por Europa y se contratan a última hora esperando alguna oferta. También la crisis está provocando otro tipo de viajes que antes no se solían hacer como los de grupo. "Ahora que tengo más tiempo y no tengo tanto trabajo de oficina, organizo viajes para grupos por distintas ciudades de Europa que funcionan perfectamente, éso es lo que nos está salvando parte del verano", comenta Francisco Sánchez que en el mes de julio estuvo con un buen grupo en Noruega y ya prepara otro para octubre con la certeza de que el invierno será mucho peor.