Tras tres días en el camino, los rocieros roteños llegarán esta noche sobre las nueve a la Casa Hermandad en la aldea de Almonte donde por fin descansarán tras unas jornadas de peregrinación en las que la convivencia y el buen ambiente predominan por encima de todo.

Sobre las tres de la tarde de hoy jueves, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota estaba haciendo parada en Palacios donde descansaban y tomaban fuerzas para enfilar sobre las cinco de la tarde los últimos kilómetros de camino que aún les queda antes del ansiado reencuentro con la virgen.

Según ha podido saber Rotaaldia.com por boca del hermano mayor de la hermandad, Juan Manuel Montes, el balance de lo que llevan de peregrinación es del todo positivo donde no se han registrado percances ni incidencias de ningún tipo y donde el martes vivieron un embarque en Bajo de Guía arropados por muchos romeros.

Con una temperaturas sofocantes a ratos pero aliviadas por una suave brisa llegaron el martes por la noche al Palacio de Marismillas donde pernoctaron y pasaron unas horas de oración, cante, baile y comunión que se prolongó hasta las seis de la mañana. Con ambiente muy positivo, hermanos unidos y ganas de convivencia, resume el hermano mayor esa primera parada nocturna que continuó con la misa matinal ofrecida por el director espiritual, el párroco Carlos Redondo, que hace por segunda vez el camino con Rota y que este año está acompañado de ocho seminaristas de la provincia. 

Con nuevos kilómetros recorrido bajo sus pies, los romeros llegaron anoche al Corral de Félix (Las Lindes) donde sobre las nueve de la noche volvió a desplegarse el campamento y vivieron lo que han calificado los propios hermanos como "la noche de  velas". Se trata ni más ni menos que del encendido de todas las velas, en torno a 800 ceras, que han sido vendidas por los integrantes del Grupo Joven de la Hermandad representando cada una de ellas una plegaria.  La ausencia de viento dejó una estampa singular en la noche con todas las llamas encendidas en la que el hermano mayor ha calificado como una pernoctación excelente.  El rezo del rosario, con participación de la Hermandad de Cádiz, y el cante a posteriori, dieron paso a nuevas horas de convivencia y baile. Entre ellos, Juan Manuel Montes ha querido destacar la presencia del rociero gaditano Pepe Mesa que en 1990, cuando la carreta que portaba el Simpecado de la hermandad roteña se partió,  cogió las riendas del canto de plegarias en esa noche que ayer muchos recordaron con emoción disfrutando un año más de su presencia.

Esta mañana de jueves, tras la misa matinal y una parada en el Sopetón, donde a las doce del mediodía han rezado el Ángelus, la hermandad llevó a cabo el bautismo rociero de una treintena de personas que por primera vez hacen el camino. Y es que aunque normalmente estos bautizos se hacen el martes en Marismillas a la vuelta, hoy se ha aprovechado para aquellos que por motivos laborales no pueden quedarse en el regreso con la hermandad.

La carreta que lleva el Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota está dirigida este año por los carreteros  Luis "El Sopa" y Agustín "El Rubio", el primero de ellos, carretero emblemático de la hermandad que suma años de viviencias y recuerdos junto al rociero más antiguo que peregrina con Rota. Antonio Salas, a sus 79 años, lleva 36 haciendo el camino, desde que la hermandad se refundó en 1978, y su figura representa al rociero de pro, según palabras del propio hermano mayor que ha deseado un buen camino para lo que resta de jornada.

Mañana viernes será un día de descanso y la hermandad se preparará para su presentación ante la Blanca Paloma el sábado a las seis de la tarde. Uno de los momentos más esperados por los rocieros.