Los niños de Rota fueron ayer protagonistas de la tradicional salida de la Cruz de Mayo que este año han cumplido su XXX edición dando así continuidad a una tradición que comenzó hace tres décadas y que cuenta siempre con al menos un centenar de pequeños que quieren estar presentes en esta cita en la que son el verdadero centro de atención.

Ayer, con un itinerario diferente al de años anteriores para dar realce y ambiente a otras zonas de Rota, y sobre todo, para no molestar siempre a los mismos hosteleros de calles comerciales como Mina que a esas horas ya tienen montadas sus terrazas al aire libre, los dos pasos, el de la Cruz de Mayo y el paso palio, partían en torno a las ocho de la Casa Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Organizado por la Asociación de la Cruz de Mayo del Casco Antiguo, unos 40 niños y niñas que vestían de calle, traje de flamenca o de corto, y unos 70 jovencísimos costaleros, atrajeron las miradas de cuanto peatón se cruzaba por la calle con esta particular procesión. Y es que el interés y las ganas que les ponen los pequeños para desarrollar su función de costalero, contraguía o capataz no  suele dejar indiferente a nadie. Ayer lo volvieron a hacer y las calles de la zona centro acogieron a esta singular Cruz de Mayor que pasó por Prim, Higuereta, Arco de Regla, San Clemente, plaza de España, plaza de Andalucía, Vecracruz, Poeta Felipe Benítez y Castelar hasta llegar de nuevo a la Casa Hermandad del Nazareno.

En el camino estuvieron acompañados por la banda de cornetas y tambores de la Asociación Musical Ruiz-Mateos, que abría el cortejo junto a la Cruz de Mayo, y por la banda municipal "Maestro Enrique Galán" que en esta ocasión salía a la calle con los alumnos de su escuela que por primera vez tocaban en público. Jóvenes promesas de la música a los que la Asociación de la Cruz de Mayo del Casco Antiguo quiso agradecer su colaboración y felicitar por el buen hacer demostrado en la calle. No fue a los únicos a los que se agradeció su colaboración con esta cita anual. También se agradeció a la Hermandad del Nazareno que preste su casa para partir desde allí y permitir el arreglo de los pasos los días previos, y a la Hermandad de la Veracruz, que ceda la capilla de San Roque para la misa previa que antes de la salida se ofrece a los pequeños. Este año, sorprendentemente y por primera vez, no se ha podido celebrar esa eucaristía por falta de cura disponible, según informó la organización a este medio, lamentando mucho que no hubiera un sacerdote dispuesto a este cometido. En su defecto, los miembros de la asociación ofrecieron una misa a los chavales para que entendieran el significado de esta cruz de mayo y salvar así este incidente.

Al margen de este detalle, la procesión discurrió según lo previsto, animando las calles de la zona centro y dejando ver una vez más, que los jóvenes roteños apuestan y están comprometidos con las tradiciones de su pueblo. Para ellos es una jornada muy importante en la que se sienten protagonistas y se afanan en demostrar que saben hacer bien las cosas.