OTRA POLÍTICA, OTRA EUROPA

No hay duda que Podemos fue la sorpresa electoral de las elecciones al Parlamento Europeo.
Los demás resultados se venían anunciando desde hacia ya algunas semanas en los distintos medios de comunicación. Sólo quedaba la duda de si el el bipartidismo se rompería o ambos partidos que lo sustentan, PP y PSOE, seguirían manteniendo una cuota superior al cincuenta por ciento, entre ambos, del electorado. Finalmente no ha sido así.

Que estos factores pongan nerviosos a los dirigentes populares y socialistas es un buen síntoma de que algo está cambiando en la sociedad. Sobre todo me regocija el enojo de los del PP.

El movimiento 15M, con sus movilizaciones, sus eslóganes de “nos nos representan”, sus consignas...fue el indicativo de que algo estaba cambiando. El movimiento ciudadano se tradujo en la victoria por una amplia mayoría del PP en las elecciones nacionales del 2011, por la falta de una concreción política de la ciudadanía indignada. Y ello pese a la alta abstención alcanzada, una de las proclamas del 15M. Éxito exiguo frente a la gran maquinaria que supone los grandes partidos. Algunos partidos, como Izquierda Unida, canalizó una pequeña parte del descontento del movimiento, pero, ya digo, la abstención y la victoria del PP por amplia mayoría (entre los ciudadanos que fueron a votar) dejó claro que el camino para cambiar la situación no es la abstención por muy alta que esta sea. La derecha española y europea trató de capear el temporal de las movilizaciones ciudadanas a la espera de que las aguas volviesen a su cauce.

En esta ocasión no ha sucedido igual. Partidos surgidos a raíz del descontento general ciudadano han dado al traste con el sistema organizado. El más relevante es, sin duda, el partido de Pablo Iglesias, Podemos. Relevante por los resultados, claro está. Si sumamos los votos de todos los partidos del espectro de la izquierda, la suma es significativa.

Algo ha empezado a cambiar en estas elecciones. En Grecia, el ascenso de Syriza (la izquierda unida griega, para entendernos) es otro ejemplo de ello. La Izquierda europea ha aumentado su representación y este hecho preocupa a la Europa de los mercados.

Pero si ilusionante resulta este ascenso de la izquierda, preocupante es también el resurgimiento de partidos de corte ultraderechista. Sin duda, las crisis económicas son el mejor campo cultivo para el resurgimiento de las ideas xenófobas y racistas. Los mensajes demagógicos son fácilmente asimilables por parte de un ciudadanía en claro retroceso de sus derechos. Ahí está la Historia.

Pero, sin dejar de dar importancia al hecho del resurgir de ideas neo nazis (que al parecer  nunca se erradicaron del todo), algo está cambiando en un sentido positivo para la ciudadanía.  

Si somos testigo y parte del cambio de tendencia política, el tiempo lo dirá. Al menos, la gente de izquierdas podemos decir somos parte en el intento.
Salud.