MAQUILLAR LA REALIDAD

¿Por qué será que los indicadores económicos empiezan siempre a ser favorables cuando se acercan unas elecciones? ¿Por qué será que siempre se empieza a hablar de bajada de impuestos cuando se acerca una cita electoral?

Tal y como dibuja el panorama el Partido Popular a uno le entra ganas de votarle. El crecimiento de nuestra economía parece que es incuestionable, la banca ya está saneada y el consumo se va incrementando poco a poco. Eso dicen. Nadie utiliza los vocablos “brotes verdes” para definir la situación (será por aquello de evitar el plagio), pero los del Partido de Rajoy empiezan a sacar pecho.

Claro que las ganas de votarles se pasan pronto. Basta con mirar alrededor para comprobar que en casa de Pepe, jubilado de setenta y dos años, van a comer a diario su hija Maria con sus dos pequeños. El marido de María no va a casa de su suegro. Él, a la hora de la comida se separa de su mujer y sus dos hijos y se va a casa de sus padres, también jubilados, por cierto.

El moderado optimismo macroeconómico desaparece pronto cuando observas que Javier, el hijo del vecino, se ha marchado a Inglaterra en busca de un empleo. Con una carrera acabada, el muchacho no ve futuro en este país nuestro. Las Políticas Económicas de nuestro gobierno no les convence y prefiere no caer en la depresión más absoluta. Por otra parte, tampoco quiere ser una carga para sus padres.

Los brotes verdes, aunque no lo denominen de este modo, se pierden cuando te das cuenta de que a tu sobrina le han recortado la beca de estudios, hasta unos límites que se le hace imposible cubrir los gastos necesarios y que, por lo tanto, tendrá que dejar de estudiar para no representar una carga aún mayor para sus padres, a pesar de que sabe que no va a encontrar empleo a corto plazo y de lo que sea.

En medio de este clima de desamparo, de exclusión social para muchas familias, de falta de futuro para nuestros jóvenes...es difícil creer que la situación está mejorando.

Todos pensamos que la normalidad nunca a va a regresar a los niveles de los años anteriores a la crisis económica. Nos han timado. Eso pensamos mucho. Esta crisis es un timo. Es un volver atrás, a las jornadas negociadas, a los salarios precarios (se ha publicado que más de dos millones de trabajadores rozan el nivel de la pobreza a pesar de tener un empleo).

En medio de este panorama real, sin indicativos económicos positivos, no puedo creer que algo esté mejorando, aunque los indicativos macroeconómicos indiquen una mejoría. Por eso, lo he pensado bien y no voy a votar al PP. Entre otras razones, por mentirosos. Maquillan la realidad, pero no la pueden esconder. ¿A qué no?
Salud.