La Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Caridad han completado una estación de penitencia con normalidad y sin incidentes dejando un buen sabor de boca en una noche que se alarga con el inicio de la Madrugá.

El sol que ha acompañado durante todo el día y las buenas temperaturas que han propiciado una llegada masiva de turistas a la localidad, ha provocado que la tarde de este Jueves Santo haya mostrado su mejor cara. No hay que olvidar que este es el primer día festivo para muchos comercios y trabajadores y eso ayuda a que haya más público en las calles de la villa para ver a una cofradía que luce bien.

A las siete  de la tarde la plaza de Andalucía ya se encontraba llena de cofrades y devotos que no han querido perderse la salida de la virgen de los Dolores que sobre las ocho menos cuarto asomaba por el dintel de la puerta de la capilla de la Caridad. Antes de que se pudiera ver las maniobras necesarias para que la cuadrilla de costaleros pudiera sacar el paso a la calle, le precedía un cortejo que abría como es habitual la cruz de guía, de caoba y plata, uno de los mejores tesoros de esta cofradía, además de unos 200 hermanos luciendo la túnica negra con botonadura roja y cíngulo ceñido color carmesí, antifaz rojo carmesí y capa blanca. Portando cirios, varas y las insignias más destacadas de esta hermandad, han desfilado los hermanos de Los Dolores ante un público que esperaba ansioso la salida de los dos titulares que son protagonistas del Jueves Santo roteño. Mujeres de mantilla, representación de la Hermandad de la Salud con quien comparten sede canónica, un buen número de pequeños penitentes que dan fe de la cantera con la que cuenta esta cofradía y el cuerpo de acólitos, han precedido a la dolorosa que con su hijo en el regazo al pie de la cruz, levanta las pasiones de muchos roteños.

Pisando un monte de claveles rojos con algunas rosas rojas y guiados por el capataz Pedro Merino, que lleva 23 años al frente de la cuadrilla de 30 costaleros más 12 relevos que cargan sobre sus hombros el peso de este conjunto iconográfico, Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Caridad han lucido espléndidos. Gusta especialmente entre el público roteño algunas de las marchas que se dedican a este paso en su salida procesional por parte de la banda de música de Nuestro Padre Jesús Nazareno que acompaña a la virgen y su hijo desde 1995.  Entre ellas destaca los Campanilleros con la que entre otras piezas, los costaleros se esmeran en lucir a su virgen recibiendo en más de una ocasión un aplauso de reconocimiento por su esfuerzo y buen hacer.

La Hermandad de los Dolores, que este año ha procesionado coincidiendo con la fecha histórica de la quema pública de las imágenes titulares de esta hermandad en plena plaza de Andalucía el 17 de abril de 1936, ha dejado un buen sabor de boca para un Jueves Santo que prácticamente empalma con la Madrugá, otro de los momentos más esperados de esta Semana Santa de Rota que de momento, está desarrollándose como hace años que no lo hacía gracias a la tregua que ha dado el tiempo.