Desde hace cuatro años, es una tradición que los alumnos del colegio salesiano Nuestra Señora del Rosario, salgan a la calle el Viernes de Dolores, previo a la Semana Santa de Rota, para emular una salida procesional que tiene  todos los ingredientes para no pasar desapercibida. 

En torno a los 125 alumnos participan en un cortejo al que no le falta detalle recorriendo las principales calles del centro urbano de Rota y alborotando a su paso la tranquilidad que suele imperar en la localidad. Y es que son muchos los padres, madres y familiares de los escolares los que no quieren perderse esta procesión y muchos también los peatones que se topan con esta comitiva de la que acaban disfrutando a su paso al observar los detalles que no suelen faltar en una cita como esta. 

Lo que empezó a germinarse hace cuatro años en el aula de psicomotricidad ha derivado en una salida procesional cada vez que elaborada. No falta la cruz de guía que abre paso, los penintentes con faroles, las numerosas niñas vestidas de mantilla y negro riguroso, los alborotadores e inquietos músicos y por supuesto, las dos cuadrillas de costaleros que portan las imágenes de un cristo y una virgen. Los capataces y contraguías completan este cortejo que todo el mundo se afana por inmortalizar.

Sin duda, duro trabajo tienen las profesoras de Infantil y del primer ciclo de Primaria, que son los cursos protagonistas de la actividad, ya que a lo largo del recorrido, que ha partido desde el colegio salesiano a las doce del mediodía, han intentado mantener el orden de los más pequeños; tarea que a veces ha sido más que complicada. No hay que dejar de reconocer que los pequeños penitentes, músicos o mujeres de mantilla están entre los 4 y los 7 años. De hecho, a lo largo del recorrido, se ha podido ver a alguno de los componentes de este cortejo llorando aunque la mayoría, a decir verdad, lo estaban disfrutando y recreándose en su papel, particularmente los que han ido de músicos, con trompetas y tambores incluidos, y los costaleros que se han tomado en serio el esfuerzo de portar los pasos.

Desde el centro salesiano hasta la plaza de Andalucía pasando por calle Charco, y posterio vuelta por Veracruz y Castelar, esta procesión organizada por el colegio Nuestra Señora del Rosario ha dado vida al centro en un Viernes de Dolores que anuncia la llegada de una Semana Santa más a la que los más pequeños se acercan gracias a actividades como estas.