Calle Charco, con Antonio Franco
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RECUPERACIÓN DE DERECHOS
Ya se ha comprobado que esta crisis se ha llevado por delante algunos de los logros conseguidos a base de carreras, cárceles, torturas y hasta algún que otro asesinato.
Ha quedado demostrado que no todos han sufrido las consecuencias de esta maldita crisis de la misma forma. A saber: los hay que toda su vida es pura crisis y que se ven obligados a vivir de la solidaridad y caridad permanente; encontramos los que habiendo vivido en unas condiciones dignas, de repente se han encontrado sin trabajo, sin vivienda y que andan camino de dejar de percibir la inmoral ayuda por terminación del desempleo; oímos de los que han marchado a otros países, cual españoles años sesenta del siglo pasado; percibimos la desconfianza de los que aún trabajando no lo ven nada claro... El otro puzzle que compone la crisis es el de aquellos que no se han enterado de nada. Los hay incluso que han mejorado con ella. Muestra de estos casos son los que han conseguido un ascenso laboral o los políticos que han pasado a dedicación exclusiva no se sabe por qué motivos ni razones que vengan a justificar semejante acto de inmoralidad. Inmoralidad si comparamos la situación en que se encuentran los vecinos que componen las piezas del rompecabezas con la de ellos desde antes incluso del ascenso otorgado. Pero, bueno. Aquí no pasa nada. Transparencia y buen gobierno, que diría aquel. Aquel o aquella. No me pregunten quién lo diría.
El hecho es que la crisis está dejando un país sembrado de desesperanzados y marginados. Habría que remontarse muchas décadas atrás para encontrar una España tan maltrecha. Cuando digo España me refiero a la ciudadanía española.
Recuperar los derechos de los que hemos sido despojados para que el sistema neoliberal se mantenga a flote va a ser muy complicado. Complicado si no se cuenta con esa ciudadanía para conseguirlo.
Si los mensajes de “todos los políticos son iguales” gana adeptos cada día y consigue desencantar al ciudadanito de a pie, recuperar los derechos perdidos será una misión imposible.
Si por el contrario, despertamos, nos quitamos el vendaje del “pasotismo” y del “pasivismo”, comenzamos a cuestionar por qué una clase tiene que ser más privilegiada que otra, por qué la mayoría tenemos que “pagar” los errores de la minoría dominante, por qué un concejal tiene que pasar a dedicación exclusiva sin que haga puñetera falta para gobernar este pueblo, por qué desahucian a las familias y las viviendas se quedan vacías, por qué... Añada todos los por qués que se le ocurra.
Entonces sí podemos empezar a recuperar los derechos arrebatados a traición, por la espalda, siendo engañados y manipulados. Sólo entonces.
Salud.












ROTEÑO | Lunes, 13 de Enero de 2014 a las 17:31:23 horas
No es tan difícil de entender. Antonio cundo dice eso se refiere a la dictadura franquista. Donde por ser militante de izquierdas o sindicalista eras encarcelado. El último político asesinado por la Dictadura fue Julián Grimau en los años sesenta, muy lejos de poder justificarlo con la Guerra Civil. ¿Lo entiendes ahora, Hermano Lobo?
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