ÉTICA POLÍTICA



 
El portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, ha renunciado a su acta de concejal por sus imputaciones. Torrijos está imputado en dos causas judiciales; una por la venta de suelos en Mercasevilla  y por su gestión en la Fundación Desevilla.
Ha reiterado su inocencia en ambos casos. Argumenta su decisión diciendo que responde a la idea de no permitir que sus “circunstancias”sean utilizadas para agredir o atacar el proyecto político de Izquierda Unida.

Todos estaremos de acuerdo en que la decisión del portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla ha sido la correcta.  Es más, aún reiterando su inocencia, Torrijos no ha descargado sus disculpas en el desconocimiento, ni en desviar toda la responsabilidad en los técnicos y funcionarios del Ayuntamiento hispalense. Ha dimitido y punto. La Justicia sigue su camino y ya dictaminarán los jueces sobre su culpabilidad o inocencia.

¿Por qué los altos mandos del PP provincial permanecen callados ante las imputaciones de su compañera en Rota, la alcaldesa? La imputación no implica culpabilidad. ¿Por qué se desvían responsabilidades a los funcionarios y técnicos municipales y no se asumen las propias?
¿Por qué los militantes de Roteños Unidos no ponen sobre la mesa política la dimisión, por imputaciones varias, de su líder?

La dedicación a la res pública, a la Política, ha tomado, para muchos, unos derroteros de profesionalidad. Para muchos, el cargo de concejal no es más que un trabajo, y su partido político una empresa que le emplea temporalmente. La carga vocacional quedó extinguida, para muchos, con el paso del tiempo. Para otros, la profesionalidad de la política siempre tapó a la razón puramente vocacional.

Por eso muchos se asían al cargo aunque estén imputados y “resisten” hasta el final, hasta que haya sentencia judicial. Les da igual que “caigan” otros. El desconocimiento es la basa principal de su defensa.

Si se presentan por pura vocación de servicio, ¿por qué eluden responsabilidades?
Pueden darse las circunstancias que “el magnetismo” del líder eclipse de tal forma que nadie se cuestione dentro del grupo una mancha por parte del Jefe. El líder es inmáculo, son los demás los que poseen retorcidas intenciones, pensarán.
Distintas formas de sentir y vivir la vocación política. Si a la Política se le desprenden las hojas de la Ética, queda desencanto, mucho desencanto.
Salud.