Aún son muchas las mujeres que viven estas noches. (Violencia de género)
La fuerte luz que entró por la ventana le dio de lleno en la cara, se incorporó como pudo, casi no podía moverse, le dolía todo el cuerpo, aunque no sabía qué dolor era más profundo, si el del alma y la humillación o el del cuerpo; y ante el desamparo y el dolor, se puso a llorar pero automáticamente recordó a sus hijos, y con un tremendo pánico, fue al dormitorio, rezando para que continuaran dormidos.
Con gran esfuerzo consiguió ponerse de pie, anduvo hasta la habitación y vio como continuaban dormidos, los contempló con infinito amor y al mismo tiempo con una profunda vergüenza, pensó, que quizás no llegaron a oír nada de lo sucedido la noche anterior, les dio un beso y volvió al salón. En el pasillo, topó con el cuarto de baño, el miedo recorrió su cuerpo, comenzó a temblar, tenía el espejo frente a ella, cuando consiguió mirarse, vio como no tenía ningún moretón en su cara, se alegró, pensó, está intacta, nadie lo notará. Pero su imagen seguía allí y el pánico volvió, con mucho miedo se enfrentó a él, y desde el reflejo de su miedo revivió cada instante, cada golpe, cada patada y puñetazo, y cómo tendida en el suelo sufría la paliza más brutal y cruel que había recibido de su marido, y recordó cómo horas antes, los más allegados sabían lo que iba a suceder.
Ante la humillación de ni siquiera poderse defender y el dolor ante la indiferencia de los más cercanos, se hizo una promesa, no volvería a pasar. Se prepararía psicológicamente, se haría fuerte y saldría de donde se encontraba, sabía que sería un duro camino y que posiblemente necesitaría tiempo, pero también sabía que lo conseguiría.
Rosa María Castellano Márquez
En Viena en el año 1993, la ONU declaró la violencia contra la mujer una violación contra los derechos humanos. Cada día millones de mujeres de todas las edades y clases sociales sufren abuso sexual, psicológico y económico. La situación de la mujer es de discriminación por ser mujer, por ser mayor y por encontrarse en una sociedad que genera desigualdad. Los comportamientos de los hombres tienen que cambiar para que las mujeres sean vistas como iguales (Naciones Unidas diciembre 2003).
La violencia de género es un problema de una sociedad en la que predomina la superioridad del hombre y su patriarcado, el cual se resiste al cambio, para mantener el orden y su superioridad. La mayoría de los hombres no se sienten aludidos ante el problema.
Se ha producido un incremento de muertes por violencia género con respecto al año pasado en 26 por ciento más, además del cambio del perfil de la mujer actual, que suele ser más joven, suele denunciar menos y una gran mayoría retira las denuncias. A esto tenemos que añadir el incremento de la violencia que están apareciendo y sufriendo las adolescentes. Deberíamos preguntarnos ¿qué continuamos haciendo mal?
Rosa María Castellano Márquez
Combate nulo | Viernes, 29 de Noviembre de 2013 a las 15:06:08 horas
Me parece que tantoTuttekhamonn como Aldacros puedan tener razon en sus planteamientos,.Yo llego a esta conclusión: En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.
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