El cisma catalán
(De mi puño y tekla)
No será necesaria la celebración referéndum en Cataluña para que comiencen los problemas. Simplemente con quedar fijada la fecha de convocatoria, muy posiblemente surjan las primeras incidencias de tipo económico. La inseguridad y el desconcierto originaran una tormenta financiera de consecuencias imprevisibles para el país.
Una de las características esenciales del dinero, al margen del poder que proporciona, es su cobardía. Lo que implicaría que en un breve espacio de tiempo, quizá días, tanto inversores extranjeros como capìtales autóctonos, huirían en busca de lugares más seguros.
Mercados y Bolsas de valores, en situaciones de zozobra económica, suelen adelantarse a los acontecimientos y son mucho más ágiles que los políticos a la hora de tomar decisiones; primero abandonar y después, a la vista de los acontecimientos, ya veremos…. Admitamos que somos un país en crisis, muy frágil financieramente, con un paro salvaje y un horizonte plagado de nubes tormentosas.
La unidad nacional continúa manteniéndose firme aunque amenazada por el secesionismo catalán, al que posiblemente siga el vasco con más cautela y agazapado hasta comprobar cómo discurre y en qué queda el proyecto independentista de Arturo Más (CDC) y Oriol Junqueras (ERC).
El Gobierno del PP, en opinión de muchos, no está tratando adecuadamente y con la contundencia que merece, la pretendida escisión de la Generalidad. Los movimientos nacionalistas agravan las tensiones y generan un adverso clima interno que traspasa nuestras fronteras.
La población, mayoritariamente, no entiende que está ocurriendo. Odia la política y le asquean los políticos, pero más desconcertante resulta la incomprensible inoperancia del presidente del Gobierno que como siempre, nada dice y menos hace. Con su abulia e indolente postura sólo aporta temores y desconfianzas; justo lo último que necesitan los españoles en tan críticos momentos. Seguimos con el “y tú más” de todos los miércoles en el Parlamento y de ahí no pasamos…
La sociedad se siente harta de soportar insultos, desprecios y descalificaciones por parte del Gobierno catalán con su entupido “España nos roba” y similares. Mientras Rajoy siga predicando la pamplina de incrementar el diálogo intentando lograr acuerdos a cualquier precio y contar con el apoyo de Convergencia en las próximas elecciones generales del 2015, aviados estamos. Con dicha actitud sólo logra evidenciar que continuamos por el camino equivicado.
Qué ciegos y desesperados estuvimos, y qué mal lo hizo el expresidente Zapatero durante las dos legislaturas que gobernó, para entregarnos a Rajoy, concederle toda nuestra confianza, votarle mayoritariamente y otorgarle a un buen ministro atribuciones de presidente de Gobierno, cuyo cargo requiere poseer un liderazgo del que Rajoy carecía, carece y carecerá siempre. Nunca convenció pero su insistencia, promesas (incumplidas), y la desastrosa gestión del PSOE provocó el voto masivo a su favor.
De desafortunada e inoportuna ha sido considerada la decisión del Gobierno gastando 28 millones de euros en asesores (un 8% más que en el 2012), reducto de personajes altamente cuestionados, criticados y magníficamente retribuidos, mientras que la partida destinada a funcionarios desciende un 4%. Según figura en los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno dispondrá en el 2014 de 644 asesores de libre designación, sobre los cuales la ciudadanía demanda conocer la siguiente información: nombre y apellidos, contenido del puesto, preparación, conocimientos, experiencia anterior, titulaciones, proceso de selección, retribución (sueldo, pagas extraordinarias, gratificaciones, dietas, viajes, etc), tipo de contrato y persona de la que van a depender. Constituiría una demostración de transparencia para evitar el recelo de que tales puestos no son necesarios y se crean para favorecer a familiares, amigos, atender recomendaciones, pagar favores, etc, cuando en realidad su misión consiste en mejorar el rendimiento de los distintos ministerios y de paso, tapar bocas de unos cuantos malpensados….
Mire don Mariano: si la Generalidad tiene previsto que la citada consulta se efectúe en septiembre del 2014, coincidiendo con la "Diada", y de acuerdo con la Constitución es materialmente imposible que esto ocurra, como presidente del Gobierno, lo suyo sería cortar de raiz, y cuanto antes mejor, toda tentativa sobre el "derecho a decidir" y terminar con tantas falacias, mentiras, falsas promesas, etc, dejando meridianamente claro a todos los españoles, incluidos los catalanes que tambien lo son, que dicha convocatoria, por imperativo legal, no va a materializarse, incluyendo en su disertación todos los razonamientos, argumentos y justificaciones necesarios que tanto a usted, su Gabinete y esa pléyade de sabios asesores aporten.
Tal comunicación televisada debería realizarse en sede parlamentaria, a través de un pleno extraordinario y utilizando un lenguaje perfectamente comprensible al alcance de todos los ciudadanos y que no se preste a confusas interpretaciones. Con su intervención, quedarían zanjadas y para siempre todas las intranquilidades, inquietudes, enfrentamientos, que tanto daño están procurando a todos los niveles: económico, social, familiar, etc. Tal acción reforzaría su autoridad, ganaría reconocimiento y prestigiaría su gestión y, paralelamente, los españoles recuperaríamos la concordia que tanto necesitamos. Juntos somos débiles, pero disgregados, dóblemente débiles e infelices.
José-Tomás Cruz Varela





























viento de levante | Jueves, 07 de Noviembre de 2013 a las 10:04:26 horas
Mire, Señor Cruz Varela. Son tan reiterativos y aburridos sus argumentos que resultan ser una píldora incómoda de tragar. Me gustaría preguntarle si no sabe hablar de otra cosa. Ya ha expuesto aquí hasta la saciedad su manía persecutoria por Rajoy y sus alabanzas por otros nefastos personajes de cuyo nombre no merece la pena recordar. Aparte insiste una y otra vez con el tema catalan, con la unidad de España, por cierto sin aportar más razonamientos que su propia demagogia.¿Es que no sabe hablar de otra cosa? ¿Cree que por más insistir se le va a hacer más caso? Usted debe ser de esos de la gota de agua que destruye la piedra; que por repetir, que no quede. Sepa que cuanto menos interesen las cartas aquí escritas menos se leerá la sección repercutiendo en el descenso del seguimiento de la página. Igual es usted uno de esos torpedos dirigidos para acabar con los medios de comunicación que facilitan la libre expresión de la ciudadanía. Si fuera capaz de escribir algo realmente distinto sería el primero en felicitarle.
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