Tras la noticia de que la playa de El Almirante, ubicada en el perímetro de seguridad de la Base Naval de Rota, podrá ser utilizada "con algunas condiciones" por los roteños,  Izquierda Unida (IU) ha salido a la palestra para calificar de "tomadura de pelo" el acuerdo al que han llegado el alcalde de Rota y el almirante jefe de la Base Naval para permitir un "uso recreativo limitado" de esta zona de costa. 

Y es que ante la noticia de que los roteños podrán hacer uso de esta playa, confiscada por los militares desde hace 55 años, Izquierda Unida tilda de "rocambolesca las condiciones de uso que se plantean" y por ello, lanza algunas cuestiones que espera que el alcalde de Rota, Lorenzo Sánchez, conteste.

A los izquierdistas les sorprende bastante que haya que solicitar una autorización a la Alcaldía del Ayuntamiento de Rota y adquirir un pase para llegar a la citada playa pasando por el control de la Base. Por eso, ante estas dos condiciones de uso se preguntan si el pase deberán solicitarlo sólo los mayores de edad o si los menores tendrán que ir acompañados siempre de adultos o familiares; si se podrá ir a pie, en bici o siempre en coche; si habrá una línea de autobuses urbanos que llegue a esa playa “semipública”; si habrá un horario de entrada-llegada y de salida o vuelta; si en ese tramo de playa habrá servicios como en las otras (botiquín., socorrista, zodiacs, aseos, información); o si seguirá siendo una playa virgen, como otras muchas, tan atractivas, aunque no disponga de los servicios antes mencionados. En su ristra de cuestiones añaden que si se podrá instalar en ella chiringuitos o kioscos; qué pasa con la venta ambulante; si se podrá ir a pescar o si en invierno se podrá hacer el mismo uso, en las mismas condiciones.

Según Izquierda Unida, si las respuestas a estas preguntas van en positivo, "lo que estaría sobrando entonces es la valla -hoy renovada y reforzada, por ser zona de seguridad- que viene impidiendo el paso a la población civil mientras se bañan familias enteras de militares".

Si la respuesta a las preguntas es negativa, dice Izquierda Unida, "lo mejor sería levantar un muro de 2 ó 3 metros de altura, con púas y cámaras de vigilancia, instalar algún nido o búnker en el cordón dunar y que se compruebe que es realmente zona de seguridad o zona militar y área reservada. Si es zona de seguridad, si para  preservarla hacen falta tantos centenares de metros lineales de playa, demuéstrese con datos científico-técnico-tecnológicos y que se diga sin titubeos no al uso público".

En definitiva, para Izquierda Unida y su consejo político, la solución tomada "es una tomadura de pelo, es un insulto, fino y delicado a la ciudadanía roteña". Además consideran que este acuerdo ha sido una total pérdida de tiempo de dos representantes de instituciones públicas que deberían dedicar su tiempo a esfuerzos, asuntos y actividades más provechosas para el beneficio de toda la comunidad.