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Viernes, 09 de Julio de 2010

Los inconvenientes de la zona azul


[Img #2584]Desde el pasado 1 de julio, como es habitual en muchas zonas costeras de nuestro país durante el verano, coger el coche no sólo se convierte a veces en una especie de pesadilla a la hora de buscar aparcamiento, sino que encima, cuando lo encuentras, hay que rascarse el bolsillo. Han comenzado a funcionar las zonas azules.


En principio, este tipo de ordenanzas, la de cobrar por estacionar en según qué zonas, es un método utilizado por muchos ayuntamientos para hacer efectiva la rotación de aparcamientos, es decir, para que en el día a día, sobre todo en las zonas más concurridas, se facilite el estacionamiento del vehículo por períodos reducidos de tiempo. Se evita así que por ejemplo, un conductor deje su coche aparcado en pleno centro durante un período de días demasiado largo. Hasta ahí, aunque nos cueste entender que en verano hay que pagar por dejar el coche, el objetivo podría entenderse, pero ¿qué pasa cuándo nos vamos a la máquina expendedora de tickets que regulan la zona azul y sólo necesitamos aparcar  quince minutos para realizar una gestión?  Pues como mínimo, tendremos que pagar por 30. No hay más opciones.


Por eso, esta medida causa malestar entre los ciudadanos que no entienden que encima que hay que pagar, se tenga que hacer por un tiempo que no consumes, ya que la máquina expendedora de los requeridos tickets, como mínimo te obliga a pagar por una fracción de tiempo de 30 minutos aunque el que precises aparcar quizás sea mucho menor. 


Además, hay que tener en cuenta que en tiempos de crisis, esta medida que pretende el aparcamiento rotatorio, no consigue su objetivo al cien por cien. Si das una vuelta por algunas de esas zonas azules, muchas de ellas están desiertas, sobre todo si están cerca de la playa. Los ciudadanos prefieren aparcar algo más lejos y no tener que desembolsar casi diez euros si pasan una jornada de ocho horas en la playa dejando su coche en zona naranja o peor aún, subir cada dos horas para cambiar el ticket si has aparcado en zona azul. Es lo que ocurre en aparcamientos como los de Virgen del Mar o paseo marítimo del Rompidillo, que en estos días están vacíos excepto los fines de semana donde, con la afluencia de gente, es preferible pagar por aparcar que dar vueltas eternamente en busca de un sitio libre.

[Img #2585]


Por último, entre los inconvenientes de esta forma de regular el aparcamiento se encuentran las zonas naranjas, aquellas en las que el tiempo para estacionar el coche se amplía de las dos horas de la zona azul a ocho. El problema es que a veces, es bastante confuso distinguir en qué zonas te encuentras a simple vista ya que el color del bordillo de la acera no te da mucha idea ya que en ambos casos están pintados de azul y en ocasiones, el cartel que lo indica te puede pasar desapercibido.



Así las cosas, y aunque el ciudadano esté obligado a aparcar para mejorar la gestión de las zonas de estacionamiento, los políticos no deben dormirse y deben seguir apostando por  la creación de nuevos aparcamientos que sería en definitiva, la utopía que todos perseguimos.




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