Calle Charco, con Antonio Franco
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LOS QUE SE PASAN AL LADO OSCURO
Díaz Ferrán ha sido declarado culpable de llevar a la quiebra a Viajes Marsans. El que fuera presidente de los grandes empresarios de este país nuestro, el que “daba lecciones” a sindicalistas y proletariados de austeridad y contención salarial para “salir de ésta en la que estamos metidos”…va y resulta que no es ejemplo de nada. No se sabe si el individuo en cuestión se pasó al lado oscuro o siempre estuvo instalado en él. Va ser lo segundo, casi seguro.
Otro que al parecer se ha dedicado al bandolerismo más descarado ha sido “nuestro duque de Palma”. Lo “de nuestro” es por imperativo legal. Al ex jugador de balonmano no le han bastado los fueros ducales, sino que el muchacho ha tenido que envilecerse como si en ello le fuera el sustento.
Recuerdo que cuando José Manuel Sánchez Gordillo “incitó” al asalto de un supermercado en señal de protesta, muchos se rasgaron las vestiduras, en versión fariseo siglo veintiuno, y proclamaban que la marca España se dañaba con este tipo de actuaciones. La diferencia entre un caso y otro es que Urdangarín se ha pasado al lado oscuro bien afeitado y con educados modales, mientras que el alcalde de Marinaleda está en el lado claro, siempre lo ha estado ,aunque, eso sí, con luengas barbas. ¿Quién hace más daño a la marca España?
Lo del paso al lado oscuro parece que es algo muy frecuente. Es más, los hay que opinan que nadie está libre de ello, que todos tenemos un precio por el que se nos puede comprar, y pensamientos parecidos. Por eso, afirman los que sostienen esta teoría, los cargos públicos deberían tener un límite temporal y no largarse en demasía, más que nada para evitar las tentaciones. Estoy de acuerdo con el establecimiento de un límite en el desempeño de los cargos públicos. Pero no estoy de acuerdo en que se establezca para evitar que dichos cargos públicos se pasen al lado oscuro. Hay múltiples ejemplos que demuestran que las largas estancias en la vida pública no tienen por qué acabar con el político imputado o sospechoso de haber olvidado la honradez de sus primeros años. Se me ocurre un ejemplo, por lo cercano, en las filas del PP (para que vean y observen que soy imparcial en los ejemplos). Me refiero a la alcaldesa de Cádiz, doña Teofila Martínez, que lleva dieciocho años en el cargo y, sin embargo, no se le acusa de su paso al lado oscuro.
Los hay que se pasan al lado oscuro del tirón, en su primer mandato legislativo. Los “darth vader” rápidos, normalmente ya tienen planeado el negocio con antelación. No es que se pasen al lado oscuro, es que ya estaban instalados en él. Eso sí, al igual que “nuestro duque de Palma”, utilizan lenguajes educados y visten “ropas de marca” y nunca, nunca, prescinden de la corbata. De lo contrario no podrían convencer al personal.
En ocasiones se sospecha que tal o que cual personaje público puede ser un “oscuro caballero” pero no se pasa de ahí, de la sospecha. Se cotillea, se comenta, se dice…pero no se consigue demostrar nada. Este hecho deja al objeto de tales “tertulias” en el aire con respecto a en qué lado se puede encontrar. En otras ocasiones parece que al sujeto se le ha pillado y entonces, tras la pertinente notificación al poder judicial, se espera que quede a la luz su lado oscuro, valga la rebujina de contrastes luminosos que he provocado. Si resulta culpable, no hay duda, se ha pasado al lado oscuro. O lo que es lo mismo, se ha aprovechado de su situación privilegiada que le da formar parte del poder ejecutivo para enriquecerse.
Aunque la geografía hispana está salpicada de estos personajes “imperiales”, la mayoría de los políticos están en el bando de “la república intergaláctica” y son honrados servidores de lo público. Pero, como ocurre siempre, “los traidores” ocupan las portadas de los periódicos y los titulares de los telediarios y por eso se tiene la impresión de que la mayoría acaban sucumbiendo a la seducción del lado oscuro.
Lo peor de los que se pasan al lado oscuro es que ensucian la imagen de lo que representan. Aunque todos son reprobables, los que llevan a cabo un cometido o tienen una función pública son los más condenables a la hora del cambio producido. Así, no es lo mismo que un individuo cualquiera sea peredasta a que lo sea un sacerdote. No es lo mismo que un personaje anónimo tenga una amante a que la tenga el rey. No es lo mismo que alguien ande engañando al personal a que lo haga el alcalde de tu pueblo.
En este sentido, no hay que caer en el error de creerse cualquier “publicidad interesada” sobre alguien. Es una táctica muy habitual intentar “manchar” la dignidad de alguien que supone un estorbo, un incordio, una molestia…inventando una situación contradictoria con lo que el ideario del personaje en cuestión queda marcado. Y es que la sociedad está salpicada también de “clones” dispuestos a esparcir el lado oscuro por doquier.
Para descifrar el contenido de este artículo les recomiendo que vean la saga de películas de la Guerra de las Galaxias. Bueno, es sólo una sugerencia.
Salud.












REPUBLIKA | Jueves, 27 de Junio de 2013 a las 19:29:26 horas
para antonio andrés: la guerra civil, como todas las guerras, no la ganó nadie, la perdimos todos, los que la sufrieron entonces y los que hemos heredado las consecuencias de aquello. No la perdió un partido politico, ni una ideologia, la perdió el pueblo español, sobre todo los encarcelados, torturados y asesinados. El pueblo español al que le arrebataron sus libertades y derechos más elementales, al que tuvo secuestrado un sedicionista, dictador y genocida. Es triste constatar que aún hoy haya algún descerebrado que crea que ganó aquela guerra, con tastas victimas inocentes a sus espaldas, con tantas familias destrozadas y con una regresión social y cultural. Es curioso como quien acusa del presunto retraso en nuestra comunidad no vea más allás de sus narices y no vea el que sufrió todo el pais por culpa de un tirano y su cohorte. Las guerras no las gana nadie, porque todos los bandos pierden mucho, vidas humanas, derechos y algunos hasta algo más al defender lo indefendible. Algunos no aprenderan de la historia nunca, siempre seguiran en su estrechez de miras y sus ideologias antidemocraticas.
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