Quantcast
5
Sábado, 27 de Abril de 2013

Calle Charco, con Antonio Franco


[Img #23124]



ARTÍCULO DIECISÉIS



 
 

El título que da pie al comentario de esta semana hace mención, al igual que el anterior, a un artículo de nuestra Constitución. Esta vez se trata del artículo dieciséis. Éste se refiere a la Libertad ideológica y religiosa. Así, el artículo en cuestión expresa: “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”…
“Ninguna confesión tendrá carácter estatal…”.

Y aunque esto está así reconocido, todavía tenemos instalados una serie de clichés difíciles de eliminar cuando del estamento religioso hablamos. Por ejemplo, cuando alguien fallece, la empresa correspondiente de Pompas Fúnebres nunca pregunta  si el difunto era creyente o no, o si practicaba una religión diferente a la católica. El ataúd siempre lleva incrustada una cruz, símbolo del cristianismo. Que la mayoría sea católica, practicante o no, evidencia que las diferenciaciones no se tengan en cuenta. Se actúa por costumbre.

La religión sigue metiéndose en la res pública, en los asuntos públicos. Al menos en nuestro país. Igual que en el período de la dictadura fascista. Hasta se mantiene el Concordato con la Santa Sede. Algunos opinan que no sólo se mantiene sino que incluso ha  mejorado.
Reclamar que se respete y se cumpla el artículo dieciséis de la Carta Magna, al menos en Rota, es como “caer en pecado”, valga la analogía.

Reclamar que se practique la Democracia y la Política sin que la religión se inmiscuya viene a significar  que eres un ateo rencoroso, en el mejor de los casos, o un libertino demoníaco.
Un ejemplo patente de la inmersión de la religión en la Política la tenemos en nuestra propia jefatura del Estado. La monarquía es católica, apostólica y romana. Las bodas de los reyes, príncipes e infantas tiene que estar bendecidas por la Iglesia. Da igual que una consorte haya estado anteriormente casada por lo civil y luego se haya divorciado. En estos casos da igual. Se dispensa. La tradición monárquica hay que mantenerla.

Si partimos de que el propio Jefe del Estado no se puede salir de este folclore, ¿cómo vamos a impedir despojarnos de estos clichés instalados por los siglos de los siglos?
Me pregunto, en ocasiones, cómo entienden una serie de personajes los evangelios, la Palabra de Dios. No se extrañen de mis palabras anteriores. No confundan también ustedes a Dios con la Iglesia. Si hacen un ejercicio analítico y crítico se darán cuenta que no es lo mismo.
Porque, a ver, ¿quién hace más daño a las propias creencias religiosas, el concejal que jura su cargo con la mano apoyada en la Biblia y después prevarica, malversa o se aprovecha del cargo en beneficio propio, o el que promete ante el texto de la Constitución?
¿No han leído “los juramentados” el Evangelio de San Mateo?: “Pero yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el cielo, porque es trono de Dios, ni por la tierra, porque es estrado de sus pies…”.

He ahí otro cliché instalado en nuestras vidas. Tradicionalmente los concejales del Partido Popular, casi siempre juran, no prometen. Es como si fuese una obligación ante la católica España mostrar que la derecha está con la Iglesia. Ya se que habrá concejales del PP que prometan su cargo en lugar de jurarlo. Pero en mi corta experiencia no me he encontrado con ninguno. O no me he dado cuenta. Entre los del centro izquierda nos encontramos de todo. Hay quien jura, quien promete e, incluso, juran y prometen al mismo tiempo, tal vez en un intento de quedar bien con todo el mundo. En cambio, los concejales de izquierda sólo utilizan la fórmula de la promesa. Y eso puede hacer creer al personal que todos los de izquierdas son ateos o agnósticos. Nadie se para a pensar que lo que se intenta es no mezclar las creencias religiosas con la Política. “Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (San Lucas 20, versículo 25).

Una expresión repetidamente oída es que la izquierda lo que pretende es desacralizar los Sacramentos. Pero la cuestión es al contrario. Son algunos los que pretenden sacralizar la vida política.

Debatir en un pleno corporativo que se inste al Gobierno de la Nación para que la Iglesia pague el Impuesto de Bienes Inmuebles de sus propiedades, o, la última, compatibilizar los entierros católicos con los de los no creyentes o los seguidores de otra religión distinta a la Católica, supone un cruce de acusaciones por parte de la bancada de los de derecha (de PP y Roteños Unidos) hacía los grupos de la oposición. Yo lo veo como una pretensión de querer dar lecciones de moral. De moral católica, claro. Pero, ¿son diferentes las morales dependiendo del púlpito o del ágora? Son las mismas, lo que cambia es el formato.

La Constitución recoge la acofesionalidad del Estado. No parece así que se corresponda este precepto con la Jefatura del Estado. Asimilar que la Política debe quedar al margen de cualquier creencia religiosa queda lejos en el horizonte de muchos. Separar ambos conceptos supone un respeto, sobre todo para la religión.
Salud.



Comentarios (5) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.10

  • San Judas

    San Judas | Miércoles, 01 de Mayo de 2013 a las 10:42:29 horas

    En nombre de Dios se han cometido los crimenes más atroces. Y cuando utilizo la palabra "Dios" no me refiero solo al cristiano, sino en general. Pero es el crsitianismo quien de forma más clara ha institucionalizado la fé y ha creado una administración religiosa, liderada por un sumo pontifice y de orden claramente piramidal. Tan solo este detalle ya nos indica cuan lejos estan del testamento de Jesus el Cristo, que predicaba la igualdad de todo ser humano. Y a partir de aquí, podriamos divagar en todos los genocidios y expolios de civilizaciones de las que han sido culpables la Iglesia Catolica, en nombre de la "evangelización". Es curioso como esa evangelizacion ha sido sinonimo de genocidio y de expolio de sus riquezas tanto naturales, culturales ó economicas de esos mismos pueblos y al tiempo la imposición de una esclavitud y el enriquecimiento de los "evangelizadores" gracias al empobrecimiento del "evangelizado", osea todo lo contrario de lo que predicaba su ¿fundador?. Y lo dejo aqui porque no me quiero hacer "eterno", ni que me tachen de "diabolico". Un placer debatir con ustedes señores.

    Accede para responder

  • Lorddeaf

    Lorddeaf | Martes, 30 de Abril de 2013 a las 13:38:48 horas

    "No confundan también ustedes a Dios con la Iglesia". Que razon tienes , Antonio, la Iglesia primero vende la fe, luego te pone el Dios, en fin

    Accede para responder

  • Vicenta

    Vicenta | Domingo, 28 de Abril de 2013 a las 15:31:53 horas

    Es cierto que en nuestra cultura se mezcla durante siglos lo religioso. Muchas tradiciones o normas vienen de rituales religiosos, que a su vez podían venir de otras raices (como el ayuno que es del campo de la medicina). Pero lo que es una mezcla que puede enriquecer se distorsiona cuando es una imposición que señala a los buenos o malos ciudadanos. Ser una persona piadosa no te libera de errores. De hecho muchas veces ha sido lo contrario. Al creer que estabas en el bando de los justos y tenías el "perdón o absolución" a tu disposición se actuaba cegado y sin ver la dignidad de otra persona diferente. Ese camino no es el marcado por las religiones cristianas. Se supone que se inició dignificando a los desposeidos, a los marginados, a las mujeres señaladas. Pero ya Jesús señaló errores en los fariseos y en los que rezaban en sus templos haciendo negocios. Los rituales y los símbolos nos dan seguridad y pertenencia, creo que son buenos para los grupos. Pero esa fuerza de grupo no nos da el poder de manejar a todos los que eligen diferentes maneras de buscar su sentido a la vida. El gobierno de los pueblos es para todos y se deben fundamentar en derechos Humanos y los compromisos religiosos son propios de cada grupo que libremente cumple con sus ideas y sus creencias ( aunque muchos que tienen "carnet" no cumplan sus propios mandamientos ni rituales semanales).
    Antonio gracias por compartir y hacerme pensar. Saludos.

    Accede para responder

  • A.R.S.

    A.R.S. | Domingo, 28 de Abril de 2013 a las 13:57:01 horas

    Coinsido y estoy de acuerdo con el Sr. Franco en mucho de lo que expone en su escrito, no en todo, y creo que con el tiempo cambiará mucho estas cosas, para los creyente y tambien para aquellos que no lo sean, y aunque soy creyente así lo veo. Muy acertado el comentario de Hermano Lobo.

    Accede para responder

  • Hermano Lobo

    Hermano Lobo | Sábado, 27 de Abril de 2013 a las 12:57:50 horas

    Aunque estoy de acuerdo contigo en el fondo, frases como "el Jefe del Estado no se puede salir de este folclore", me parecen irrespetuosas con cualquier católico, incluyendo al propio rey. La religión, a ti y a mí nos puede parecer simplemente algo pintoresco; yo estoy más con Spinoza que con los evangelios, pero veinte siglos de tradición católica no se borran por opiniones de unos cuantos como nosotros ni por decretos; nos guste, o no, las cosas son como son y no como debieran ser. Saludos

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.